(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 16.12.2024).- La mañana del lunes 16 de diciembre, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a una delegación de cristianos metodistas. En el discurso inicial, el Papa saludó a “la Obispa Debra Wallace-Padgett y al Reverendo Reynaldo Ferreira Leão-Neto. Le deseo todo lo mejor al comenzar su servicio como Presidente y Secretario General del Consejo Metodista Mundial”.
El Papa evidenció que “Durante mucho tiempo, entre metodistas y católicos, éramos extraños e incluso desconfiados. Hoy, sin embargo, podemos dar gracias a Dios porque, desde hace casi sesenta años, avanzamos juntos en el conocimiento, la comprensión y, sobre todo, en el amor mutuo. Esto nos ayuda a profundizar la comunión entre nosotros”.
A continuación el Papa subrayó que “Abrirnos unos a otros nos ha acercado, haciéndonos descubrir que la pacificación es una tarea del corazón: es una tarea del corazón más que de la mente, del corazón. Cuando el Corazón del Señor Jesús toca nuestro corazón, Él nos transforma. Así nuestras comunidades podrán unir sus diferentes inteligencias y voluntades para dejarse guiar por el Espíritu como hermanos. Es un camino que lleva tiempo, pero debemos continuar por este camino, siempre orientados al Corazón de Cristo, porque es desde ese Corazón que aprendemos a relacionarnos bien unos con otros y a servir al Reino de Dios (ver Carta Encíclica Dilexit núms., 28)”.
Refiriéndose al aniversario del Concilio de Nicea, el Papa dijo: “El año que viene, los cristianos de todo el mundo celebrarán mil setecientos años desde el primer Concilio Ecuménico, Nicea. Este aniversario nos recuerda que profesamos la misma fe y, por tanto, tenemos la misma responsabilidad de ofrecer signos de esperanza que testimonien la presencia de Dios en el mundo. Es «una invitación a todas las Iglesias y comunidades eclesiales a seguir el camino hacia la unidad visible, a no cansarse de buscar formas adecuadas para corresponder plenamente a la oración de Jesús: “Para que todos sean una sola cosa”» (Spes non confundit, 17). Me acuerdo de algo que dijo el gran Zizioulas, aquel obispo ortodoxo, es decir, que él ya sabía la fecha de la unión, sabía la fecha de la unidad: ¡sería el día después del juicio final! Pero mientras tanto, debemos caminar juntos, como hermanos, orar juntos, dar caridad juntos y avanzar juntos en el diálogo. ¡Este Zīzioulas fue genial!”.
El Papa concluyó su discurso oficial agradeciendo a “los pastores y teólogos que sirvieron en la Comisión Conjunta Internacional para el Diálogo entre el Consejo Metodista Mundial y la Iglesia Católica, y aliento a los miembros actuales a continuar con el mismo compromiso”.
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