Photo: Wisam Hashlamoun/Flash90

Netanyahu en la ONU: cristianos palestinos denuncian una mentira

Cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a la Autoridad Palestina de provocar la huida de los cristianos de Palestina, los cristianos se alzaron en armas, convencidos de que las políticas de los sucesivos gobiernos israelíes están impulsando a los cristianos a emigrar de Palestina. E incluso de Israel, como demuestran las cifras.

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(ZENIT Noticias – TerraSanta.Net / Jerusalén, 09.10.2025).- El 26 de septiembre de 2025, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dedicó parte de su discurso a la Autoridad Palestina. La acusó de «premiar y glorificar a los asesinos de judíos», pero también de alentar a quienes «matan cristianos». Además, atribuyó el declive de la presencia cristiana en Belén —que, según él, había caído del 80 % bajo control israelí a «menos del 20 %» bajo la Autoridad Palestina— a la mala gestión palestina. Este párrafo provocó inmediatamente la indignación de los representantes cristianos palestinos, que lo consideraron una falsificación de la historia y de su realidad cotidiana.

«Es la ocupación la que perjudica a los cristianos». La declaración más esperada y de mayor difusión es la del grupo «Una Voz desde Jerusalén por la Justicia». Publicada el 27 de septiembre, acusa a Netanyahu de «mentir» y le niega el derecho a hablar en nombre de los cristianos palestinos.

El texto recuerda que Belén seguía siendo una ciudad predominantemente cristiana hasta 1948, con más del 80 % de cristianos. La situación demográfica se revirtió tras la Nakba (750.000 refugiados palestinos fueron expulsados, algunos de ellos a Belén, lo que alteró la composición demográfica de la ciudad) y posteriormente con la ocupación israelí en 1967, mucho antes de la existencia de la Autoridad Nacional Palestina.

Según este comunicado de prensa, son las condiciones impuestas por la ocupación las que empujan a cristianos y musulmanes a abandonar Belén hoy en día: la confiscación de tierras, el muro de separación, los puestos de control, los permisos de residencia discriminatorios y el colapso del turismo desde el comienzo de la guerra en Gaza. «Cristianos y musulmanes siguen viviendo juntos como un solo pueblo, compartiendo las mismas luchas bajo la ocupación», continúa el texto.

Las cifras hablan por sí solas.

Los datos disponibles confirman esta interpretación. En Palestina, según fuentes del Patriarcado Latino, 162 familias cristianas han abandonado Cisjordania en los últimos dos años. La mayoría de los jóvenes con título universitario expresan su deseo de emigrar, alegando la falta de perspectivas y el temor a la violencia de los colonos.

Aún más sorprendente es que incluso los cristianos palestinos que viven en Israel y poseen pasaportes israelíes no están particularmente contentos. Una encuesta del Centro Rossing realizada en 2024 reveló que el 37 % de los cristianos está considerando abandonar el país. La tendencia es aún más pronunciada entre los jóvenes: el 48 % de los menores de 30 años y el 52 % de los que tienen entre 30 y 44 años. Las razones son diversas: inseguridad en Jerusalén Este, violencia criminal en zonas árabes de Israel (como Nazaret), dificultades económicas y falta de acceso a la vivienda.

Una clara mayoría de los encuestados (64,8 %) también cree que la Ley del Estado-Nación de 2018 confirma que los cristianos son considerados ciudadanos de segunda clase en el Estado judío.

Estos datos muestran que la salida de los cristianos no está vinculada a la Autoridad Nacional Palestina en sí, sino a un contexto de ocupación, restricciones y crisis prolongada.

Otro comunicado, publicado el mismo día por el Alto Comité Presidencial para Asuntos Eclesiásticos en Palestina, también denunció las «mentiras» del primer ministro Netanyahu. Con un lenguaje más duro, habló de «limpieza étnica», «apartheid» y «genocidio». Recordó la larga historia de expulsiones (Iqrit y Kafr Bir’im, ambas ubicadas en Israel), ataques a iglesias en Gaza, restricciones al culto en Jerusalén y saqueos de propiedades del Patriarcado.

Aunque expresa la ira oficial palestina, este texto tiene menos peso pastoral que «Una Voz desde Jerusalén por la Justicia», que se acerca más al sentir de los fieles.

Una Preocupación Común

En última instancia, las reacciones cristianas en las Naciones Unidas subrayan la misma convicción: las causas del éxodo cristiano no residen en el gobierno palestino, sino en las políticas israelíes. En Belén, como en el resto de Cisjordania y Jerusalén Este, son el muro, los colonos y el estrangulamiento económico los que empujan a familias y jóvenes generaciones a buscar un futuro en otro lugar.

La respuesta palestina a las declaraciones de Netanyahu, por lo tanto, no es solo negación: es también un grito de alarma. Si nada cambia, la hemorragia demográfica corre el riesgo de acelerarse.

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Redacción Zenit

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