El embargo, este tipo de sanciones, provoca malestar y sufrimientos en la población que lo padece. Lo recuerda el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolín, en una entrevista realizada por el Centro Televisivo Vaticano, en la víspera del viaje apostólico del Santo Padre a Cuba y Estados Unidos.
Desde este punto la Santa Sede afronta la cuestión, y por ello “a nivel de las Naciones Unidas, en las asambleas generales, ha apoyado siempre las mociones que piden un levantamiento del embargo a Cuba”.
Así, el cardenal señala que es de esperar, como dicen los obispos, que una medida de este tipo, es decir una liberación a nivel de vínculos y lazos, sobre todo a nivel económico, “pueda llevar también a una mayor apertura desde el punto de vista de la libertad y de los derechos humanos, un florecer de estos aspectos fundamentales para la vida de las personas y de los pueblos”.
Uno de los temas principales del viaje, asegura el secretario de Estado, será la inmigración. Esta situación es “una preocupación constante del Papa, frente a la emergencia que estamos viviendo estos días”, observa.
Y añade: “espero realmente que este encuentro, entre el Papa que lleva este problema en su corazón y un país que ha conocido este fenómeno en su historia, pueda ofrecer también indicaciones para la solución de los problemas que actualmente se presentan desde este punto de vista”.
A propósito de la canonización de fray Junípero Serra, que tendrá lugar en Washington, el cardenal recuerda que la enseñanza que ofrece el futuro santo es “el entusiasmo, la valentía, el impulso para llevar el Evangelio a esas tierras y que se convierte también hoy en una invitación para saber integrar dentro de la Iglesia de Estados Unidos también a esta componente hispana que se hace cada vez más importante, cada vez más relevante y que tiene una contribución notable para ofrecer a la Iglesia de Estados Unidos”.
Por otro lado, hablando de la visita del Pontífice al Congreso de los Estados Unidos y a la sede de las Naciones Unidas, el cardenal Parolín indica que será una nueva ocasión para subrayar cuál es la naturaleza trascendental de la persona de la cual nacen sus derechos fundamentales, “sobre todo el derecho a la vida y a libertad religiosa, e invitará a cambiar nuestros estilos de vida para poder ser custodios de la creación, como él dice, y no sus dominadores y agresores”.
Finalmente, concluye su entrevista analizando la etapa en Filadelfia, para el Encuentro Mundial de las Familias. “El Papa ha visto, ve y vive este momento precisamente como un último momento de preparación también para el Sínodo que tendrá lugar en octubre”, explica el cardenal.
Será realmente –observa Parolín– una preparación inmediata a la asamblea del Sínodo de los obispos, pero creo que nos dará, dará a todos los participantes, dará a toda la Iglesia, este nuevo entusiasmo y estas ganas de proclamar el Evangelio de la familia y al mismo tiempo ayudar a las familias que se encuentran en cualquier tipo de dificultad a vivir este Evangelio en su plenitud que es fuente de alegría, de paz y de felicidad para todos.