El papa Francisco ha enviado una carta al pueblo de Venezuela y a los dirigentes que participan desde ayer en la primera jornada de diálogo entre el Gobierno y la oposición en la que invita a «no detenerse en la coyuntura de lo conflictivo, sino que sean auténticos constructores de paz», y en la que subraya que en el camino «nuevo, largo y difícil» hacia la paz se requiere «paciencia y valentía».
«Soy consciente de la inquietud y el dolor vivido por tantas personas», asegura el Santo Padre en la misiva leída por el nuncio apostólico, Mons. Aldo Giordano, quien ha sido el primero en tomar la palabra en la mesa de negociación que está teniendo lugar en Miraflores y que comenzó poco después de las 8 de la tarde. Por este motivo, el Pontífice manifiesta su afecto por todos los venezolanos y por las víctimas de la violencia y sus familias.
En su escrito, el Papa indica también que está «plenamente convencido de que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país ya que ella genera siempre y solo violencia». «Por el diálogo -destaca- ustedes pueden descubrir la base común que conduce a superar el momento actual del conflicto y polarización que hiere tan profundamente a Venezuela para encontrar formas de colaboración en el respeto y reconocimiento de las diferencias que existen entre las partes se favorecerá el bien común».
«Todos ustedes en efecto comparten el amor por su país y por su pueblo. Así como también las graves preocupaciones ligadas a la crisis económica, la violencia y la criminalidad. Todos ustedes llevan en su corazón el futuro de sus hijos y el deseo de paz que caracteriza a los venezolanos», expresa el Santo Padre al pedir respeto y convivencia para favorecer «el diálogo que hoy apremia».
Por último, Francisco advierte que «en el centro de un diálogo sincero está el reconocimiento y respeto por el otro y sobre todo el heroísmo del perdón y la misericordia que rescatan del resentimiento y el odio». Al término de la lectura de la misiva papal, Mons. Giordano ha presentado además un mensaje del secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín, en el que se ofrece a ser un «testigo de buena fe» en el proceso de diálogo.
«Lamentablemente no me es posible estar presente, pero afirmo mi disponibilidad de tomar parte personalmente en cualquier otro momento», afirma el cardenal Parolín en su carta al recordar que vivió 4 años en Venezuela. «Mi corazón está con ustedes», reconoce.
El Gobierno de Venezuela había invitado este miércoles al secretario de Estado del Vaticano a que se sumase a la Conferencia Nacional de Paz para resolver la crisis política que asola al país desde hace casi dos meses. Un papel que ha sido trasladado al nuncio apostólico.