(ZENIT – Roma, 25 Mar. 2017).- El papa Francisco inició este sábado por su viaje apostólico a la ciudad de Milán, situada en el norte de Italia, corazón industrial del país y ciudad más europea y rica del país, por un barrio de la periferia. Tras partir poco después de las 7 de la mañana llegó al aeropuerto de Linate cubierto de niebla, donde le aguardaban autoridades civiles y religiosa.
De allí fue al ‘Barrio Forlanini’, donde están las ‘Case Bianche‘, (Casas Blancas), un conjunto de edificios muy populares, conocido por problemas de degrado, en donde viven los más pobres de dicha ciudad.
Allí el Santo Padre visitó a tres familias, una de personas que conviven desde hace 38 años, él gravemente enfermo superó el problema de alcoholismo. La otra familia es de personas musulmanas, tres hijos, la mamá y el Papa, quien dijo: «Hoy el Papa cambió enteramente mi vida. Ellos colaboran activamente en las actividades de asistencia social, y le invitaron a Francisco un desayuno típico de su país.
La tercer familia es de ancianos italianos, católicos frecuentadores de la parroquia, ella casi ciega y él con graves problemas de salud, y una hija de 51 años. La señora que debía visitar allí había sido internada hace tres días en el hospital. A ella el Papa le llamó por teléfono despertando gran emoción.
Al salir en papamóvil, transitó por algunas cuadras en donde la población le esperaba con gran entusiasmo. Al bajar delante saludó a gran cantidad de personas, entre las cuales niños y enfermos.
Le regalaron una estola realizada por una cooperativa del lugar y un cuadro con la foto de una imagen de la Virgen María que tienen allí en Case Bianche.
El Papa en Milán' (Fto. Osservatore © Romano).jpg
Francisco llega a Milán e inicia por la periferia
En el complejo residencial ‘Case Bianche’, lugar donde vive la gente más pobre de la ciudad