(ZENIT – 16 dic. 2019).- La Conferencia Episcopal en Argentina expresa su rechazo al protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) propuesto por el nuevo ministro de Salud, Ginés González, que permitiría practicar el aborto a los 13 años, incluso sin el consentimiento de los padres, e introducir nuevos medicamentos abortivos como la mifepristona.
Así lo comunicó, el 13 de diciembre de 2019, la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
Legalización a todos los efectos
Efectivamente, el nuevo ministro de Salud del país, Ginés González García, anunció recientemente nuevas medidas para aplicar el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
En la actualidad, el aborto en Argentina solo es legal en caso de violación o cuando la salud de la mujer está en riesgo. No osbtante, estas nuevas medidas tienen por objeto legalizarlo a todos los efectos, a pesar de que el Senado ya ha votado en contra, indica Vatican News.
Ante ello, el presidente de la Comisión de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Alberto Bochatey, anunció que “la táctica es clarísima y era muy previsible, evitando que se genere todo tipo de discusión y un debate democrático. La ciudadanía no está a favor del aborto en la Argentina, como quedó demostrado democráticamente en 2018”.
Medidas
De acuerdo a la citada agencia de noticias argentina, el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo no respeta la libertad de conciencia e incluye medidas para actualizar medicamentos y alguna nueva droga, como la mifepristona, que no está aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en Argentina.
“A nivel internacional se utiliza la asociación de esta droga con el misoprostrol para aumentar la eficacia del aborto y disminuir los efectos secundarios”, explicó monseñor Bochatey.
En cuanto a la edad que el Protocolo permite practicar aborto, 13 años, el obispo advirtió: “Las niñas de esta edad podrán hacerse un aborto, incluso sin el consentimiento de sus padres. Esto es peor que la ley que quisieron promulgar en 2018, que lo aceptaba desde los 14 años”.
La ley, “por encima del Protocolo”
Además, Mons. Bochatey puntualizó que “otro cambio grande es el paradigma del concepto de salud integral, que es física mental y social. Dicen que es exactamente igual que lo que estaba en el código de 1921, pero no es así”.
El código de 1921 habla de cuestiones de vida o muerte, y de casos de violaciones para mujeres con discapacidad mental, pero, “este Protocolo avala muchos otros factores que no tienen que ver con riesgos de vida o de violación”.
Frente a la declaración del ministro González García, que expresó que “quien no quiere el Protocolo, no cumple con la ley”, el prelado considera que “la ley no obliga al Protocolo. La ley está por encima del Protocolo, que una normativa ministerial que ni siquiera precisa de la aprobación del presidente”.
Otros países
Finalmente, el prelado subrayó que esta medida también se aplicó en otros países sudamericanos los que “metieron el aborto por la ventana, no por la línea de debate legislativo, contrario a la cultura del pueblo, sin otras propuestas para el cuidado de la mujer”.
Y concluyó destacando que “esto no es simplemente un tema de salud pública o de medicamentos, sino que se trata de algo más profundo, que es la vida misma”.