(ZENIT – 5 oct. 2019).- El arzobispo de San Cristóbal de la Habana (Cuba) será creado cardenal hoy, 5 de octubre de 2019, apenas unos meses después de la muerte del cardenal cubano Mons. Jaime Ortega.
En una entrevista concedida a Palabra Nueva, revista de la archidiócesis de la Habana, Mons. Juan Rodríguez habló sobre su próxima creación: “Nunca soñé con ser cardenal, pero vino de arriba, inesperadamente para mí, y lo acepto. Será el Espíritu Santo… no sé”.
Asimismo, reconoció que este hecho “es una demostración del amor del Papa Francisco hacia nuestra Iglesia y la evidencia de quien quiere ver continuada la labor del recientemente fallecido cardenal Jaime Ortega. Es la prueba de que el Santo Padre quiere estar más cerca de esa Iglesia que alaba a Dios y enseña su palabra a este pueblo. Es como una bendición para Cuba, así lo entiendo yo”.
En una carta al prelado cubano, el Papa Francisco, por su parte, expresó su deseo de que pueda “ejercitar esas virtudes que sellan la verdadera nobleza cristiana: lealtad y fidelidad usque ad effusionem sanguinis que, según la tradición, lo expresa el hábito rojo de los cardenales”.
Además, alrededor de 60 personas procedentes de Cuba y otros grupos de otros países acompañarán al neo cardenal en la celebración del Consistorio Público Ordinario.
Datos biográficos
De acuerdo a los datos aportados por la Archidiócesis de La Habana, Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez nació en Camagüey, Cuba, el 11 de julio de 1948, en el seno de una familia sencilla.
Ingresó siendo adolescente en el Seminario de San Basilio Magno en El Cobre y, posteriormente, concluyó su formación teológica en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana. Fue ordenado en el templo parroquial de Morón el 25 de enero de 1972.
Sus primeros años como sacerdote tuvieron lugar en la actual Diócesis de Ciego de Ávila y, más tarde, en 1989, fue trasladado a la parroquia de Florida y otras comunidades vecinas.
Fue coautor del Devocionario Popular “Los cubanos rezamos a Dios” y fundador y director de la escuela para misioneros de la Diócesis.
Ordenación episcopal
El 15 de marzo de 1997 fue nombrado obispo auxiliar de Camagüey. Su lema episcopal es: “Ve y anuncia el Evangelio”.
A finales del año 1998, la Diócesis de Camagüey fue elevada al rango de sede metropolitana. Años después, en 2002, Mons. Juan García asumió este servicio pastoral.
En 2006 fue nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de San Cristóbal de La Habana.
Vida sacerdotal y episcopal
Mons. Juan García presidió la I Asamblea Nacional de Misiones celebrada en La Habana en el año 2006 y fue elegido Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) en febrero de ese mismo año.
En dicho período representó al episcopado cubano en la V Asamblea General de Aparecida (2007) e invitó al Papa Benedicto XVI a visitar a Cuba, durante la visita ad limina de los obispos en el año 2008.
En febrero del 2007 fue nombrado, por el Papa Benedicto XVI, miembro del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
Pastor de la Iglesia
A lo largo de sus catorce años como pastor de la iglesia camagüeyana, ha acompañado varias obras iniciadas por su antecesor, como son el funcionamiento del Seminario San Agustín para acoger a jóvenes con vocación sacerdotal y atenderlos en sus primeros años de formación, el de una pequeña finca que apoya el autoconsumo de la Casa Diocesana o el de comedores al servicio de los necesitados.
Formó parte del primer grupo de peregrinos que hizo el recorrido de “La Ruta de la Virgen” desde Cayo Morales – Bahía de Nipe (Mayarí) hasta la Basílica de El Cobre, con ocasión del Trienio Preparatorio al Jubileo Mariano por el IV Centenario del Hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad.
Ha mantenido el vínculo de “Iglesias Hermanas” entre la Arquidiócesis de Camagüey y la Arquidiócesis de Indeanápolis (Estados Unidos), y llevó a cabo, hasta casi su terminación, el Hogar de Ancianos de la Arquidiócesis de Camagüey.
Actualmente es miembro del Comité Permanente de la COCC y presidente de las Comisiones Nacionales de Misiones y Familia, razón por la que fue elegido como representante de la Conferencia Episcopal en el Sínodo Ordinario de la Familia en el 2014.
Sencillez y entrega apostólica
La archidiócesis de La Habana señala en su página web que se trata de un hombre que se ha caracterizado «por su sencillez de vida, entrega apostólica, oración, vivencia de la virtud. De manera especial su sentido de fraternidad con los sacerdotes, tanto con gestos de gran comprensión, servicio y apoyo, como de autoridad discreta y firme».
Y que, indudablemente, «de acuerdo a la caracterización hecha por el Papa Francisco, se puede decir que el arzobispo de La Habana es un pastor que ‘huele a oveja'».
Al mismo tiempo, el episcopado cubano destaca en una nota «el testimonio de vida de este sacerdote de Jesucristo, de alma sencilla y cercana a los más necesitados».
Fotos: Vatican Media y Revista Palabra Nueva