(ZENIT – Roma).- El gobierno de la Orden de Malta en una conferencia de prensa este jueves en Roma, señaló que el nombramiento de un delegado pontificio “no es una interferencia en nuestra soberanía” porque “nuestras relaciones soberanas están al servicio de la Iglesia”. Además “la intención del Papa es de reforzar nuestra misión y no de debilitarnos”.
Lo indicó el gran canciller de la Orden de Malta, Albrecht Boeselager, en una la Associazione Stampa Estera in Italia, acompañado por el director del Cuerpo de Socorro Italiano de la Orden, Mauro Casinghini.
«Esta crisis será algo efímero en nuestra historia si pensamos a la situación migratoria actual y a los miles de inmigrantes en condiciones desesperadas, porque “a dos horas de Roma vive gente en tiendas y con temperaturas bajo cero”, dijo el Gran Canciller desestimando así la polémica que se ha creado.
Lamentó que se haya puesto el problema surgido, como una contraposición entre la Orden de Malta y el papa Francisco, “lo que –aseveró– no es para nada verdadero”. No se trató de una lucha de personas, sino que tenía que ver más con la Constitucion y el Código de la Orden. La observancia de la Constitución misma estaba en juego, añadió.
La crisis:
La polémica entorno a la Orden de Malta partió el 14 de diciembre de 2016, cuando el gran maestre, fray Matthew Festing, con el voto del Soberano Consejo, nombró a John Edward Critien como Gran Canciller interino, destituyendo así a Albrecht Freiherr von Boeselager.
El motivo de la destitución era la distribución de preservativos en unos programas humanitarios relacionados con la Orden, los cuales fueron suspendidos. El gran maestre Albrecht precisó además que sobre el tema “mis amigos me ven más como del lado conservador”. Y que cuando hemos descubierto los programas “los hemos detenido inmediatamente” aunque “uno que era más complicado” en Birmania o Myanmar, “llevó más tiempo”.
La Santa Sede nombró entonces una comisión para profundizar las motivaciones de la destititución, a lo que la Orden se opuso inidicando un motivo de soberanía en su gobierno interno. A continuación, el 25 de enero el Gran Maestre de la Orden de Malta, Frey Matthew Festing, presentó su dimisión al Papa.
El informe de la comisión pontificia
Por lo que se refiere al informe de la comisión constituida por el Santo Padre, que en un primer momento fue rechazada por la Orden, Albrecht señaló que no sabe cuál es su contenido, pero que lo conocerán cuando el delegado pontificio sea nombrado. Consideró además que el delegado se concentrará en el lado religioso de la Orden, si bien reconoció que los caballeros profesos de la Órden son pocos, unos 55, y que probablemente se querrá ampliarlo.
Próximas elecciones:
Señaló que proximas elecciones son dentro de los tres meses después de la dimisión del gran Maestro, «o sea probablemente a mitad de abril».
Declaración de principios:
“Hay muchos países e instituciones que violan los principios humanitarios, no he indicado a nadie en particular. Quiero reiterar no he atacado al gobierno de Hungría no tenemos tiempo para ello”. Reiteró entretanto que “no aceptaremos que los principios humanitarios sean violados por lo que se refiere a los inmigrantes y refugiados”.
Apoyo económico:
Para la Orden cumplir la propia misión depende del apoyo económico de miles de personas en todo el mundo, indicó el Gran Canciller. Uno es el trabajo de los voluntarios, otro son las donaciones en dinero. “Para las donaciones existen reglas y todos deben adherir: el primer principio es la legalidad. Otro criterio que aplicamos es que no haya conflicto de interés entre la Orden , el donante y los miembros de la Orden”. Además “cada donación va a un objetivo de la Orden y hay siempre una relación estrecha entre la Orden y sus donantes”. Señaló que a pesar de lo sucedido los donantes se han mantenido firmes.
El gran canciller de la Orden de Malta, Albrecht Freiherr von Boeselager, durante la conferencia de prensa (Foto ZENIT cc)
La Orden de Malta asegura: "La intención de Francisco es reforzar nuestra misión”
Lamentó que se haya planteado el problema como una contraposición con el Santo Padre