(ZENIT – 21 nov. 2019).- El Santo Padre Francisco envió un mensaje en video a los participantes en «Una noche de estrellas para el Bambin Gesù», una velada de solidaridad dedicada al 150 aniversario del Hospital Infantil Bambino Gesù, celebrada la noche del 20 de noviembre de 2019 en el Aula Pablo VI, en el Vaticano.
«El sufrimiento de los niños sigue siendo el más difícil de aceptar», asegura el Pontífice. «Pero los que cuidan a los niños están ciertamente del lado de Dios y vence a la cultura del descarte», ha alentado a los trabajadores.
«Así, el Hospital Bambino Gesù, en su actividad de atención diaria, se convierte en un signo de la caridad de toda la Iglesia que se pone al servicio de los más débiles y de los más frágiles», concluye su mensaje.
Publicamos a continuación el texto del mensaje:
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Mensaje del Santo Padre
He tenido la oportunidad de encontrarme varias veces con los niños y jóvenes del Hospital Bambino Gesù. Sentí inmediatamente el compromiso y la pasión de los médicos, de los enfermeros, de los investigadores y de todos los que están cerca de los niños enfermos. Vi la ternura de las miradas y el calor de los abrazos en lugares que ciertamente son de dolor y sufrimiento, pero también de valor y esperanza, de mucha esperanza. El Bambino Gesù nació hace 150 años como un regalo de amor – la oferta de una hucha – para recibir y tratar a los pequeños pacientes de la ciudad de Roma. A lo largo de este siglo y medio de historia, la medicina ha hecho extraordinarios progresos y el Hospital ha sabido invertir en la investigación y poner la ciencia al servicio de la caridad.
El «Bambino Gesù» ha crecido mucho en sus competenciasy conocimientos, se ha convertido en uno de los centros de cura infantil más importantes de Europa y del mundo. Ha ampliado las fronteras de su acción para recibir a los pequeños pacientes que no pueden ser tratados en los países en los que viven y para ayudar a esos países a crecer en la ciencia médica, ejerciendo concretamente esa «caridad del saber» tan querida por nuestro amado Papa San Pablo VI.
El sufrimiento de los niños sigue siendo el más difícil de aceptar. Pero los que cuidan a los niños están ciertamente del lado de Dios y vence a la cultura del descarte. Así, el Hospital Bambino Gesù, en su actividad de atención diaria, se convierte en un signo de la caridad de toda la Iglesia que se pone al servicio de los más débiles y de los más frágiles.