(ZENIT – 3 oct. 2019).- Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la conferencia de presentación de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, sobre el tema Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral, que tendrá lugar en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano del 6 al 27 de octubre de 2019.
En la rueda de prensa han intervenido el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Cláudio Hummes, arzobispo emérito de São Paulo (Brasil), presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), relator general y Mons. Fabio Fabene, subsecretario del Sínodo de los Obispos.
El cardenal Baldisseri ha recordado que hace tres meses, el 17 de junio, se presentó en la misma sala el Instrumentum Laboris de este Sínodo. El documento de trabajo es «esencialmente la recolección y sistematización por argumentos del material producido durante la Fase de Consulta, en escucha de todos los componentes del Pueblo de Dios interesados en el tema» y se ofrece a los Padres sinodales como punto de referencia para la discusión durante los trabajos de la Asamblea sinodal.
La Asamblea Especial es una tipología de Sínodo convocada para «tratar asuntos que conciernen a una o más áreas geográficas específicas» (Constitución Apostólica Episcopalis Communio Art. 1, 3°). Pero aunque la atención se centre en un territorio específico, «cada Sínodo concierne siempre y en todo caso a la Iglesia universal», ha explicado, y por ello, se celebra en Roma.
Evangelizar y cuidar
El cardenal Cláudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y relator general en el Sínodo, ha recordado que el contexto amplio del Sínodo es la «grave y urgente» crisis socio-ambiental de la que habla Laudato si’. Se trata de la misión de la Iglesia en la Amazonia: «evangelizar, es decir, anunciar a Jesucristo y su Reino», y por consiguiente, «cuidar de la ‘casa común'».
En concreto, se tratará la «crisis climática», es decir, el calentamiento global debido al efecto invernadero; la «crisis ecológica» como consecuencia de la degradación, contaminación, depredación y devastación del planeta, especialmente en la Amazonia; y la «creciente crisis social de pobreza» y miseria flagrante que afecta a gran parte de los seres humanos y, en la Amazonia, «especialmente a los indígenas», a los ribereños, a los pequeños agricultores y a los que viven en las afueras de las ciudades amazónicas y a otros.
Ecología integral
En la Laudato Si’, el Papa advierte que “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza.» (n. 139). Todo está conectado.
Así, el cardenal brasileño ha aclarado que el término «ecología integral» es importante para decir que «todo está conectado: los seres humanos, la vida comunitaria y social, y la naturaleza». Lo que hace daño a la tierra, ha añadido, «termina haciendo daño a los seres humanos y viceversa. Es necesaria una conversión ecológica, inspirada en San Francisco de Asís«.
Metodología
El subsecretario del Sínodo de los Obispos, monseñor Fabio Fabene, ha señalado que la Constitución Apostólica Episcopalis communio prevé la fase preparatoria como primera etapa del camino sinodal, concluida cn la presentación del Instrumentum laboris.
Teniendo en cuenta que se trata de una Asamblea Especial, los trabajos seguirán una metodología que, respecto a los Sínodos anteriores, ha sido parcialmente renovada para enfrentar de manera más sistemática la especificidad de los temas a tratar. Los trabajos serán introducidos por una Relación del Secretario General que ilustrará el camino sinodal. Seguirá la Relación del Relator General, que presentará los contenidos surgidos durante la fase preparatoria y esbozará los principales temas de debate en el Aula y en los Círculos Menores.
No se seguirá la triple división de las partes en ver-juzgar-actuar, pero este método se encontrará en varios temas en discusión. Las intervenciones en el Aula de los Padres sinodales, de los Auditores-Auditoras, de los Delegados fraternos y de los Invitados especiales durarán cuatro minutos. Al final de los días en que se celebran las Congregaciones Generales habrá tiempo para las intervenciones libres de los Padres sinodales.
Los Círculos Menores presentarán sus aportaciones que, junto con las intervenciones en el Aula, permitirán al Relator General, asistido por los Secretarios Especiales, elaborar el primer proyecto del Documento Final del Sínodo. Después de que éste haya sido sometido al Aula, se propondrán enmiendas para la redacción final, que será votada por la Asamblea.
184 Padres sinodales
El secretario general del Sínodo ha recordado quienes participarán en la Asamblea: 184 son los Padres sinodales, de los cuales 136 participan ex officio; entre ellos 113 provienen de las diversas Circunscripciones Eclesiásticas Panamazónicas. Hay 13 jefes de dicasterios de la Curia Romana. El número total también incluye a los miembros del Consejo Pre-Sinodal, 15 religiosos elegidos por la Unión de Superiores Generales y 33 miembros de nombramiento pontificio.
Entre los Padres sinodales hay 28 cardenales, 29 arzobispos, 62 obispos residentes, 7 auxiliares, 27 vicarios apostólicos y 10 obispos prelados, 21 miembros no obispos, entre diocesanos y religiosos.
La Región Panamazónica ocupa un territorio de 9 naciones (Guayana Francesa, República Cooperativa de Guyana, Surinam, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú).
Por ello, los Padres sinodales de derecho pertenecen a 7 Conferencias Episcopales: Antillas, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú. Así, entre los 113 Padres sinodales de las Circunscripciones Eclesiásticas Panamazónicas, 3 provienen de las Antillas, 6 de Venezuela, 13 de Colombia, 7 de Ecuador, 57 de Brasil, 11 de Bolivia, 10 de Perú.
Participantes en la Asamblea
Además, el cardenal ha indicado que participarán 33 miembros nombrados por el Papa; 6 Delegados fraternos, representantes de otras Iglesias y Comunidades Eclesiales presentes en el territorio amazónico; 12 invitados especiales; 25 expertos que colaboran con el Relator General y los Secretarios Especiales; 55 Auditoras y Auditores.
También estarán 17 representantes de diferentes pueblos originarios y grupos étnicos indígenas, entre ellos 9 mujeres. El número total de mujeres que participan en los trabajos sinodales es de 35: 2 son Invitadas Especiales, 4 Expertas (de las cuales 2 son monjas) y 29 Auditoras (18 son monjas).
Iniciativas ecológicas
Teniendo en cuenta que uno de los ejes temáticos del Sínodo gira en torno a las cuestiones ecológicas, la Secretaría General ha promovido una serie de iniciativas con el objetivo de limitar la contaminación y promover la sostenibilidad del medio ambiente, con el fin de contribuir, en la medida de lo posible, a la salvaguardia de la casa común.
Para la inscripción de los participantes en la Asamblea, se adoptó un procedimiento informático mediante el cual los registros se realizan directamente en línea. Este nuevo procedimiento ha acelerado la comunicación, pero sobre todo ha permitido un ahorro considerable en papel impreso, eliminando, además, los costes asociados al uso del correo tradicional.
También se presta especial atención a limitar el uso del plástico en la medida de lo posible. Por esta razón, por ejemplo, los vasos a utilizar serán de material biodegradable, la carpeta con el material de trabajo que se entregará a los participantes es de fibras naturales, y el papel utilizado para los documentos que se distribuirán tiene el mayor número de certificaciones de origen y de cadena de procesamiento.