CIUDAD DE MÉXICO, jueves, 15 enero 2009 (ZENIT.org-El Observador).- La labor educativa de la familia está siendo suplantada o complementada (según los casos) cada vez más por los medios de comunicación, explicó Norberto González Gaitano, doctor en Periodismo, en la segunda jornada del Congreso Teológico Pastoral del VI Encuentro Mundial de las Familias.

El antiguo decano de la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, dedicó su intervención ante el plenario al tema "La familia y los medios de comunicación".

El análisis del profesor de Opinión Pública sirvió para fundamentar sensaciones de los participantes en el congreso: la decisiva influencia que tienen los medios sobre la educación de los niños y los jóvenes.

Llegó a una conclusión clara: no se trata de condenar a los medios, sino de aprender a discernir.

El catedrático inició su exposición constatando que un niño europeo ve un promedio de 25 horas de televisión y uno norteamericano casi 8 horas diarias, aseguró el especialista que en 2008 editó un libro de investigación publicado en Italia precisamente al argumento de la conferencia.

La "enchilada" mediática

Haciendo alusión a un platillo típico de la cocina mexicana, la enchilada (que combina tortilla, pollo o queso y salsa picante), González Gaitano comenzó explicando lo que él llamaba una "enchilada" mediática, conformada por la tecnología, los contenidos y la cultura.

Respecto a los nuevos medios que ofrece la tecnología (desde la web y el iPod, iPhone, Skype, hasta el navegador satelital...) aclaró que "en sí mismos no son ni buenos, ni malos sino que cada nuevo medio de comunicación introduce una ganancia cultural y conlleva simultáneamente una pérdida, como mostró Marshall McLuhan".

Así, por ejemplo, dijo, "la imprenta extendió la lectura a todos los estratos sociales y posibilitó la enseñanza universal obligatoria; a su vez, oscureció toda una cultura oral con su enorme riqueza; la televisión ha cambiado el modo de imaginar, de aprender y de razonar de la generación audiovisual; así como Internet está cambiando los hábitos de consumo de medios y los circuitos mentales de la generación digital", explicó el profesor.

Constató cómo "cada generación tiene que aprender a incorporar estos adelantos, aunque a veces se pagan un precio alto, como en Estados Unidos, donde los niños diagnosticados con ADD (desorden de déficit de atención) eran 150 mil en 1970; en 1985 la cifra se había triplicado y en el año dos mil eran 6 millones".

"Si bien la televisión no es la única responsable del incremento, pues también influyen otros factores, como la desestructuración de la familia (aumento de divorcios, trabajo fuera del hogar de los dos cónyuges, etc.), lo cierto es que los pediatras y expertos que aconsejan poca o ninguna televisión obtienen mejoras notables en la conducta de los niños aquejados de esas disfunciones", informó el catedrático de origen español.

González Gaitano mostró cómo los contenidos de violencia, promueven comportamientos violentos, y propuso al auditorio numerosos ejemplos extraídos de investigaciones de carácter académico.

"El film Natural Born Killer de Oliver Stone causó 14 homicidios en 1993 y 3 en marzo de 1994", constató a manera de ejemplo.

"La industria de los videojuegos ha superado ya al conjunto la industria cinematográfica y del juguete, generando 18 mil millones de dólares en el 2007", explicó.

Según el experto en comunicación, todo ello hace a los medios "espejos locos de una sociedad desquiciada" y conlleva a dos efectos sociales cognoscitivos y psicológicos avalados por estudios socio-estadísticos, de los cuales, González Gaitano destacó dos: la visión fragmentaria de la realidad que propicia desarraigo cultural y la generación de analfabetos funcionales.

"La nueva identidad cultural que están propagando los medios se caracteriza por la trivialización de la muerte y de la sexualidad, así como por la comercialización del erotismo", recalcó.

Un nuevo reto para la familia

Ante este panorama, el profesor de la Universidad de la Santa Cruz se preguntó si los medios van a procurar un mundo feliz, y respondió acudiendo a una frase de Albert Einstein: "el problema no es la bomba atómica, el problema es el corazón de los hombres".

"No se trata --aseveró González Gaitano-- de condenar los medios, sino de aprender a discernir acerca de ellos".

Finalizó diciendo que el reto para los padres de familia se encuentra en responder a la "emergencia educativa" de la que habla Benedicto XVI.

Cada generación presenta un nuevo reto para la familia y en esta generación el reto está en enseñar a discernir frente a la poderosa maquinaria de los medios de comunicación de masas, afirmó. 

Puede leerse la conferencia en su integridad en la sección de documentos de la página web de ZENIT (Cf. Norberto González Gaitano: "Familia y medios de comunicación social").