(ZENIT Noticias / París, 06.08.2024).- El lunes 5 de agosto en París, la policía interceptó el autobús de campaña de CitizenGO, que denunciaba las burlas a los cristianos en el contexto de los Juegos Olímpicos y promovía StopAttacksOnChristians.org. Policías armados rodearon el autobús y lo detuvieron a punta de pistola. Los miembros del equipo de CitizenGO fueron llevados a una comisaría de policía antes de ser trasladados a una segunda instalación de seguridad esposados. Fueron tratados injustamente, como criminales; a algunos de ellos incluso se les negó la comunicación con el mundo exterior.
La campaña de CitizenGO, apoyada por miles de donantes, fue una protesta contra la ceremonia de apertura anticristiana y que promueve el odio en los Juegos Olímpicos de París. Desde las últimas Olimpiadas de 2021, más de 5 millones de cristianos han sido desplazados de sus hogares y han sufrido persecución, pero el Comité Olímpico Internacional planeó una exhibición ofensiva con drag queens desnudas burlándose de la Última Cena.
El autobús había estado activo desde las 9 de la mañana, circulando por París, pasando a cientos de agentes de policía durante el día sin ningún problema. Cuando se dieron cuenta de la inmensa atención que estaba atrayendo entre los transeúntes y los asistentes a las Olimpiadas, temiendo que manchara la imagen de Francia ante el mundo, las élites políticas de repente y con saña censuraron a CitizenGO de una manera similar a la de un régimen autoritario. La policía francesa, siguiendo órdenes políticas de autoridades políticas de alto nivel, arrestó a seis activistas y al conductor del autobús a las 7 de la tarde. Todas sus pertenencias fueron confiscadas, los desnudaron y los registraron, y se les negó ilegalmente llamar a sus abogados personales, y a algunos ni siquiera se les permitió llamar a sus familiares, detenidos por cargos inexistentes.
Los detenidos sufrieron presiones psicológicas y amenazas de cautiverio prolongado y pasaron la noche en condiciones deplorables, algunos incluso sin comida ni agua. A pesar de la falta de fundamentos legales para su detención, fue necesaria una importante presión por parte del abogado de CitizenGO para garantizar su liberación, que no se produjo hasta pasadas las 4 de la madrugada.
Este incidente pone de relieve la necesidad de la acción ciudadana en defensa de la vida, la familia y la libertad frente a la persecución política e ideológica. Unidos podemos hacer frente a estas injusticias y salvaguardar nuestros derechos fundamentales.
Si esto no es persecución política ni ideológica ¿qué es?
El abogado de CitizenGO declaró al principio de la mañana: “No parece posible que se constituya el delito de no comunicación de una protesta, ya que no se trata de una protesta en presencia de un único vehículo. El fiscal llevó la ley al límite para detener el autobús y limitar su libertad de expresión. Además, el procedimiento fue irregular”.
Tras presiones legales, las autoridades se vieron obligadas a liberar a nuestro valiente equipo tras comprender que no podían mantenerlos encarcelados sin ningún motivo legal.
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