MIAMI, 6 junio 2002 (ZENIT.org).- La fe ha permitido a Oswaldo Payá Sardiñas, una de las figuras más representativas en estos momentos de la oposición pacífica al régimen comunista en Cuba, perseverar hasta alcanzar lo que todos creían imposible.

El 10 de mayo entregó a la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana, más de once mil firmas de cubanos con sus direcciones y teléfonos, requeridas para la presentación de un referéndum promovido --conocido con el nombre de «Proyecto Varela»-- que pide elecciones, libertad y respeto a los derechos humanos.

En una entrevista en el último número de «La voz católica» [ http://www.vozcatolica.org/ ], publicación mensual de la arquidiócesis de Miami, Payá Sardiñas, presidente del Movimiento Cristiano Liberación, revela las convicciones más profundas que le han llevado a alcanzar algo impensable en estos últimos cuarenta años de historia cubana.

«Toda acción que yo he realizado es consecuencia de la fe en Dios. La fe ha sido la primera motivación --confiesa--. Ha sido la fe la que me ha dado fuerza en medio del fracaso, de las incomprensiones, del rechazo hasta de quienes esperaba solidaridad. Es la que me ha permitido empezar de cero muchas veces, no abandonar la lucha, aceptar la soledad sin renunciar a las metas».

«Cuando todo lo humano te aconseja y obliga a abandonar la lucha, persistes por la fe en Cristo --añade--. Y Cristo no es un concepto, es alguien que está presente en mi vida aquí y ahora, aunque no siempre lo vea con tanta claridad, porque también existen las propias miserias y pecados personales».

«La verdadera liberación --según Payá Sardiñas-- es tener siempre presente que esta humanidad no es huérfana, porque todos somos hermanos, todos somos hijos de Dios. Y Dios te pone en un lugar y en un tiempo, con un prójimo que es quien te rodea. ¿Quién es mi prójimo? No es un ser abstracto, mi prójimo es el cubano de hoy, aquí y ahora».

«Ese mito que dice que la religión es el opio de los pueblos se destruye cuando descubres que es la falta de fe la que prepara al hombre para que sea sometido por el miedo y el poder --aclara--. La descristianización de Cuba fue una meta que se propusieron para poder someter al pueblo. Cuando eres cristiano descubres que hay un poder humano que pretende usurpar el lugar de Dios, y dominar».

«Descubrimos cómo hay un poder que pretende controlar la misma vida de la gente, un poder que se apropia de la persona y de su familia, y trata de anular todas estas dimensiones. Es una experiencia de vida que hay que vivirla», explica el presidente del Movimiento Cristiano Liberación.

«Pero a la vez, la liberación cristiana te lleva a nunca decir aquellos son los malos y nosotros los buenos, sino a no someterte al miedo, y a denunciar una situación injusta que hay que superar solidariamente», concluye.

Es posible leer la petición de los ciudadanos cubanos «Proyecto Varela» en la página web http://webstc.com/proyectovarela.htm.