BELO HORIZONTE, 21 julio 2003 (ZENIT.org).- La Iglesia en Brasil acaba de vivir su primer Congreso Misionero Nacional como un momento esencial para profundizar especialmente en la misión dirigida más allá de las propias fronteras, la misión «ad gentes».

Así lo constató el padre Daniel Lagni, presidente de las Obras Misionales Pontificias en Brasil, explicando a Radio Vaticana los trabajos desarrollados hasta el domingo pasado bajo el lema «Brasil, tu vida y tu misión».

La iniciativa ha sido promovida por el Consejo Misionero Nacional (COMINA) a fin de profundizar en la contribución de la Iglesia en Brasil al II Congreso Americano Misionero y al VII Congreso Misionero Latinoamericano (CAM 2 y COMLA VII) que acogerá Ciudad de Guatemala el próximo mes de noviembre.

Acudieron a la cita unos 400 participantes entre miembros de los consejos misioneros diocesanos, y congregaciones e institutos de todo el país.

«En estos cuatro días hemos tratado de profundizar en el tema de la misión sobre tres ámbitos muy importantes para nosotros –sintetizó el padre Lagni: la pobreza, la diversidad –las otras culturas y los otros pueblos— y el martirio, realidad muy viva y presente en toda la Iglesia en Latinoamérica y en la Iglesia universal».

En el mensaje que el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos --cardenal Crescenzio Sepe-- dirigió a los participantes, leído en la apertura del Congreso, el purpurado recordó que en el CAM 1 celebrado en Argentina (Paraná, 1999), la Iglesia en América asumió con decisión «la responsabilidad misionera “ad gentes”».

Además citó las palabras del Santo Padre en la Exhortación apostólica post-sinodal «Ecclesia in America», en la que afirmó que «las Iglesias particulares de América están llamadas a extender su impulso evangelizador mas allá de sus fronteras continentales. No pueden conservar en sí el rico patrimonio cristiano».

Son propósitos cuya realización requiere «un camino de santidad, personal y comunitario», pues la «garantía de una eficaz acción pastoral y evangelizadora, también en su dimensión “ad gentes”, es la santidad de los evangelizadores», advirtió el cardenal Sepe.

«“Suscitar un nuevo anhelo de santidad”: he aquí el gran desafío pastoral que tenemos ante nosotros, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a los anhelos y esperanzas de los pueblos de América y de todos los pueblos de la tierra», concluyó.

El desafío evangelizador comprende también la Amazonia, que representa prácticamente el 40% del territorio nacional, según comentó el presidente de las Obras Misionales Pontificias en Brasil.

«El pasado mayo –explicó--, la Conferencia Episcopal elaboró un proyecto para la Iglesia en la Amazonia, aprobado en la última Asamblea General, invitando a todos a contribuir en la nueva evangelización, también en lo relativo al aspecto cultural».

Surge un Proyecto Misionero para América Central

CIUDAD DE GUATEMALA, 18 junio 2003 (ZENIT.orgFides).- Entre los desafíos que la Iglesia en América afrontará con ocasión del Segundo Congreso Misionero Americano (CAM 2) está la elaboración de un «Proyecto Misionero» para América Central. Así lo comunica a la Agencia Fides monseñor Gerardo Flores Reyes, obispo emérito de la diócesis de Verapaz (Guatemala) y kiembro de la Comisión Episcopal para las Misiones.