ROMA, martes 1 de diciembre de 2009 (ZENIT.org) ¿Es una utopía educar a los jóvenes del siglo XXI en programas de abstinencia y fidelidad como los únicos medios para prevenir la difusión del Sida? ¿Han resultado útiles los programas de educación sexual para reducir el número de contagios en el mundo?
"Creo que programas como 'Educación para la vida' y 'Juventud viva', que tuvieron sus inicios en Uganda y que ahora se están presentando en África y en otros países del mundo tienen una aproximación positiva", afirma a ZENIT monseñor Robert Vitillo, consejero especial de Caritas Internationalis sobre VIH y Sida.
El prelado se refiere a una campaña que adelantó el ministerio de salud en Uganda, iniciada en 1986 con el nombre de ABC, (abstinencia, fidelidad y condón como última vía) que ha reducido las tasas de contagio del Sida de un 30 a un 5 %.
Pero, ¿cómo pueden resultar atractivos dichos programas a los jóvenes de hoy? "Los presentamos como 'buena noticia' --explcia monseñor Vitillo-- y no simplemente como una serie de mandamientos negativos o como una alerta para prevenir la infección del VIH".
El prelado indica que se trata, en primer lugar, de que el ser humano reconozca su dignidad para luego "ayudar a las personas a entender el significado especial de la sexualidad que Dios nos ha dado" y después "ayudarlos a desarrollar sus capacidades, a actuar responsablemente y a seguir el mandamiento de Dios de que la actividad sexual debe ser ejercida sólo en el contexto de una relación permanente y fiel en el matrimonio entre un hombre y una mujer".
Preservativo... ¿seguro?
Sin embargo, son otros los "valores" cada vez más presentes en los diferentes programas de educación sexual alrededor del mundo.
El Papa Benedicto XVI el pasado 18 de marzo durante su viaje a África dio a uno de los periodistas la conocida respuesta que luego creó una fuerte polémica mundial sobre el uso del preservativo: "No se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema".
¿Tenía razón Benedicto XVI?
El índice de fallos en el preservativo es al menos de un 15.7 % sólo en la prevención del embarazo. "Debido a que una mujer puede concebir sólo unos cuantos días (6 á 8) por mes, y también sabemos, que el índice de deficiencia de los condones debe ser más alto cuando se trata de prevenir una enfermedad que puede ser transmitida los ¡365 días del año!", aseguró en un artículo enviado a ZENIT el médico peruano Raúl Cantella Salaverry, fundador, director y gerente del Centro de Diagnóstico Cantella SAC en la ciudad de Lima.
Entre heterosexuales, señala Cantella, la sección médica de la Universidad de Texas descubrió recientemente que los preservativos sólo resultan efectivos en un 69 % de los casos para la prevención de la transmisión del VIH.
Un estudio de parejas casadas realizado durante un año y medio en las que uno de ellos está infectado, determinó que, 17 % de los compañeros que utilizaban preservativos para protegerse, fueron contagiados.
Según el doctor Cantella, los planes de educación sexual para los jóvenes traen consecuencias muy peligrosas: La primera es convencer a los jóvenes que sí pueden tener relaciones de manera "cien por ciento segura" , la segunda, es ver la iniciación cada vez más temprana de la sexualidad como un comportamiento "que todos lo están haciendo". Por otro lado hacen creer a los jóvenes "que los adultos 'responsables' esperan que lo hagan".
Sin embargo la realidad es otra: un estudio realizado por Bayer, MTV y MySpace en una población de 5.000 jóvenes de Argentina, Colombia y México demostraron que dos de cada tres jóvenes encuestados no utiliza ningún sistema de protección frente a un embarazo no deseado o a las posibles enfermedades de transmisión sexual.
"En lugar de educar en la responsabilidad hemos estimulado un comportamiento sexual que convierte a los jóvenes en las principales víctimas. Cientos de miles de mujeres adolescentes han visto sus vidas y sueños destruidos por la ligereza con la que este tema ha sido manejado desde hace décadas" dijo Miguel Gómez Martínez, en su columna "Así no el guste" publicada en el diario El Espectador de Bogotá - Colombia el pasado 26 de septiembre.
Prevención realmente segura
En las ya famosas declaraciones del 18 de marzo pasado durante el viaje a África, el Papa propuso la "humanización de la sexualidad", la cual se define como "una renovación espiritual y humana que lleve consigo un nuevo modo de comportarse el uno con el otro, y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo con los que sufren".
Para llevar a cabo dicha propuesta, Raul Cantella indica a ZENIT que "el mejor profesor de educación sexual para los hijos varones es un padre responsable, y la mejor profesora de educación sexual para las hijas mujeres es una madre responsable".
No obstante, los jóvenes, no pocas veces han sido estigmatizados como sordos y ciegos frente a estas iniciativas. Hay ejemplos que demuestran lo contrario. Hace algunos años, en Lexington, Kentucky, en Estados Unidos, un antiguo convicto llamado Harold Morris fue a hablarle a un grupo de jóvenes sobre el valor de la abstinencia.
El foro tenía asientos para 18.000 personas pero había 26.000 adolescentes. Es sólo un ejemplo de varios programas que se desarrollan allí como Opciones (Choices) en California y Respeto por el Sexo (Sex Respect); Yo, Mi Mundo, Mi Futuro (Me, My World, My Future); Razones Razonables para Esperar (Reasonable Reasons to Wait); Sexo, Amor y Opciones (Sex, Love & Choices).
Monseñor Vitillo asegura que estos programas "alientan a los jóvenes a apoyarse los unos a los otros en las actividades de cambios de comportamiento que son positivas, basadas en los valores católicos y que los ayudan a prepararse para sus futuros matrimonios".
Por Carmen Elena Villa