El jurado escogió a la diócesis entre 115 candidatos de todo el país.
«A lo largo de 80 años las poblaciones del Chocó han sido golpeadas por la violencia y son atendidas por la Diócesis de Quibdó, quien a través de sus Agentes de Pastoral, adelantan procesos de formación en derechos humanos, fortalecimiento cultura, organización popular, intervención humanitaria y planes de vida, para las más de 4.400 personas que se encuentran dispersas en un territorio de 12.500 kilómetros cuadrados», explica la página web de la Conferencia Episcopal de Colombia al dar la noticia el 6 de diciembre.
En Conferencia de Prensa el Obispo de Quibdó, Monseñor Fidel León Cadavid, agradeció a los organizadores del Premio el que se haya reconocido esta labor «a favor de nuestra gente».
Monseñor Cadavid consideró que el Premio Nacional de Paz otorgado a su Jurisdicción puede ser «un llamado de atención a un sendero de paz que enfrenta otros caminos que tienen otros intereses distintos y que ojalá eso haga reflexionar a muchos».
El obispo expresó además, que su Diócesis realiza una «acción integral» a favor de las minorías negra e indígena del Chocó, conflictivo departamento de la frontera oeste con Panamá.
«Trabajamos con personas tan concretas, en situaciones tan concretas, que si no respondemos a eso seríamos infieles», declaró el prelado.
El prelado aludió a las amenazas de muerte, el desplazamiento forzado y la pérdida de territorios ancestrales, que son las mayores expresiones de la confrontación de grupos guerrilleros y de paramilitares en la región, donde la misma Iglesia ha denunciado una connivencia de sectores de la fuerza pública con estos segundos.