HONG KONG, viernes, 16 diciembre 2005 (ZENIT.org).- De acuerdo con monseñor Joseph Zen Ze-kiun, obispo de Hong Kong, las escuelas católicas del territorio podrían cerrar si la diócesis perdiera su batalla legal contra la reforma del gobierno acerca de la gestión escolar.
Así lo declaró el prelado el pasado 8 de diciembre, el día siguiente al de la presentación, por parte de la diócesis, de un recurso legal contra la nueva ley de educación («Education Ordinance», EO) que entró en vigor el año pasado (Cf. Zenit, 22 noviembre 2004).
Haciéndose eco de estas declaraciones, el órgano informativo del Pontifico Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «AsiaNews» explica ciertos extremos de la nueva ley, aprobada por el Departamento de educción liderado por Arthur Lee Kwok-cheung.
La disposición ofrece incentivos para las escuelas que implementen inmediatamente las previsiones de la EO, tales como seguros para el personal escolar, elasticidad en los fondos y una bonificación anual para cada escuela de unos 35 mil euros (aproximadamente 42 mil dólares estadounidenses).
En cualquier caso, cada escuela que reciba fondos públicos –según la nueva ley— debe poner en marcha un Comité organizativo interno («School Management Commitee», SMC) –compuesto de estudiantes, padres, profesores y representantes de la sociedad– con valor legal independiente del de las instituciones educativas («School Sponsoring Bodies», SSB) –los responsables de la escuela–.
Según el gobierno, ello permite una mayor transparencia y una mejor democracia, mientras que para los administradores escolares se trata sólo de una maniobra de intromisión del gobierno en la gestión interna, apunta la agencia del PIME.
Así, las escuelas que rechazan aplicar el decreto, resultan además penalizadas. «Varios representantes cristianos lo han calificado de “discriminatorio y racista”», cita «AsiaNews».
Monseñor Zen se ha declarado dispuesto a llevar el recurso ante la Corte final de apelación si perdiera en primera instancia.
El prelado «espera» que las presiones políticas no influyan en la sentencia judicial.
«Ha sido el gobierno en comenzar con esta legislación. Nosotros queremos sólo educar según nuestra filosofía católica. Si tenemos posibilidad de hacerlo, lo haremos. Si no tenemos esta libertad, al menos habremos hecho todo lo que pudimos», manifestó.
El prelado no apuntó la cifra precisa de instituciones en peligro; explicó que la diócesis examinará la situación caso por caso. De cualquier manera, de acuerdo con la agencia del PIME las escuelas que corren riesgo de cerrar son al menos 90.
La Iglesia anglicana también apoya esta la batalla legal de la Iglesia católica.
Las escuelas, institutos y colegios universitarios que gestiona la diócesis de Hong Kong en todo el territorio –más de 300– están reconocidos como de la más alta calidad.
De hecho, las personalidades más conocidas en el entorno cultural, político y económico se han formado en escuelas católicas.