SYDNEY, martes, 21 agosto 2007 (ZENIT.org).- El amor del Buen Samaritano, centro de la vida cristiana --como ha recordado recientemente el Papa--, es la propuesta clave para cuantos ya peregrinan «virtualmente» hacia Sydney (Australia), diócesis anfitriona de la Jornada Mundial de la Juventud 2008 (JMJ).
En el Ángelus del pasado 15 de julio, Benedicto XVI subrayó que «sólo el amor, suscitado en nosotros por el Espíritu Santo, nos hace testigos de Cristo», una importante verdad espiritual que recorre el Mensaje que el pontífice ha difundido recientemente para preparar la JMJ.
Busca acercar esta realidad a los más jóvenes la última edición de e-PEREGRINACIÓN> («e-PILGRIMAGE>») o peregrinación «on-line», un instrumento nuevo en las JMJ para llegar a los jóvenes peregrinos y prepararles al gran encuentro de fe y fiesta con el Papa del próximo verano.
Y ello, en esta ocasión, partiendo de las palabras de Jesús: «Os aseguro que cuanto hicisteis uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, a mi me lo hicisteis» (Mt 25,40).
En su «Mensaje de Esperanza», el obispo Anthony Fisher --coordinador de la JMJ 2008-- advierte a los jóvenes de que el gran encuentro será una experiencia extraordinaria de la universalidad de la Iglesia.
Pero también dará la oportunidad, por ejemplo, de ver «los grupos-de-dentro y los grupos-de-fuera de nuestras comunidades, los golpeados y abandonados al borde del camino», el pobre «en lo económico o en lo espiritual», «quien busca asilo, el adicto a las drogas, el que sufre, el solitario, el marginado».
«El Buen Samaritano nos pregunta: ¿podremos extenderles a ellos nuestra imaginación moral y nuestra compasión? ¿Podremos imaginarnos y visualizar lo que ellos piensan y sienten? ¿Su descorazonamiento, aislamiento y su odio personal? ¿Puede nuestra noción de prójimo incluirles a ellos?», escribe el joven prelado.
Personas santas (la Beata Madre Teresa y la Beata María MacKillop) y congregaciones religiosas enteras se han dedicado especialmente a los más necesitados, igual que asociaciones laicas. Pues cada una de estas obras, «como si se viviera la historia contemporánea
del Buen Samaritano, nos desafía a ejercitar más la imaginación moral, la sensibilidad y nuestra reacción por los que sufren», exhorta monseñor Fisher.
«Cada una invita a nuestra identificación con la persona que sufre -aclara-, nuestra compasión o nuestra hermandad con ellos en el sufrimiento, y a nuestra inmediata y activa atención».
«El Buen Samaritano es, por supuesto, Dios en Cristo», que no viene buscando gratitud, ni recompensa, ni cuestionando si la víctima se ha causado ella misma sus sufrimientos; «Él solamente puede ver el llanto que implora, y Él ayuda. Y le dice a los jóvenes del siglo
XXI: "¡Id y haced vosotros también lo mismo!"», expresa monseñor Fisher.
Para todo ello e-PEREGRINACIÓN> propone acudir a María MacKillop (1842-1909), la primera beatificada en Australia –por Juan Pablo II en 1995-.
La religiosa supo enfrentar los desafíos de la vida con fe y valentía, y al vivir el Evangelio fue testigo de la dignidad humana de cada persona.
Para conocer a esta gran figura de la Iglesia, pasajes de sus escritos, su obra y fundación, o encomendarse a su intercesión con la oración del peregrino, basta con hacer clic en http://www.wyd2008.org/index.php/es/content/download/79818/729170/file/WYD_ePILGRIMAGE_augusto07_spanish.pdf
Del 15 al 20 de julio de 2008 la JMJ reunirá a jóvenes de todo el mundo (en torno a medio millón) junto al Papa. Las palabras de Jesús «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1, 8) es el lema elegido para la convocatoria.
Más información e inscripciones en la web oficial plurilingüe www.wyd2008.org.
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Aug 21, 2007 00:00