ROMA, miércoles, 29 agosto 2007 (ZENIT.org).- El 12 de agosto se puso en la ciudad de Subotica la primera piedra del primer seminario católico serbio.
La ceremonia la presidió el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, quien calificó el inicio de las obras de «momento histórico».
Monseñor Stanislaw Hocevar, arzobispo de Belgrado, presidente de la Conferencia Episcopal Internacional de San Cirilo y Metodio (Serbia, Montenegro y Macedonia), ha explicado a Ayuda a la Iglesia Necesitada que es fundamental que los futuros sacerdotes obtengan una formación en su propio país, añadiendo que actualmente no hay ningún seminario en todo el territorio de la República Serbia, porque, como resultado de la guerra, los seis seminarios con los que contaba la extinta República de Yugoslavia están ahora ubicados en otras repúblicas.
Como consecuencia, los seminaristas cursan su formación en otros Estados independientes. El arzobispo dijo que esta situación no es aceptable a largo plazo.
La Diócesis de Subotica está en Voivodina, una región que con sus 320.000 creyentes cuenta con el mayor número de católicos en Serbia. Por esta razón, el obispo de la diócesis, monseñor Janos Penzes, decidió construir un seminario en este lugar.
El arzobispo Hocevar recalcó que le preocupa especialmente mantener buenas relaciones ecuménicas con la Iglesia serbio-ortodoxa, cuyos creyentes representan al 85% de la población total del país.
También dijo que, aunque Serbia sólo cuente con medio millón de católicos, las expectativas relacionadas con el diálogo interconfesional de la Iglesia católica son muy buenas, añadiendo que, pese a ser una minoría, la voz de la Iglesia católica tiene cierto peso en la sociedad. El arzobispo se mostró muy esperanzado respecto a la colaboración con la Iglesia ortodoxa, la cual, según dijo a AIN, también está contribuyendo mucho a una cooperación fructífera.
El obispo Janos Penzes de Subotica explicó a Ayuda a la Iglesia Necesitada que confía en que el nuevo seminario también contribuya a crear una unidad más profunda en el seno del clero católico, un factor que considera especialmente importante en un país en el que conviven varias nacionalidades y religiones.
En su opinión, esta situación específica requiere «una sensibilidad para la labor pastoral concreta que cuide todos los detalles».
Como consecuencia del hecho de que los candidatos al sacerdocio cursen actualmente sus estudios en diferentes centros, éstos apenas se conocen y cada uno aporta una perspectiva propia, fruto de su formación en una universidad particular. El prelado concluyó que una formación unificada y compartida facilitaría la creación de un plan pastoral único para la Iglesia local.
Hasta el día de hoy, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha destinado 250.000 euros a la construcción del nuevo seminario de Subotica.