MÉXICO, miércoles, 2 abril 2008 (ZENIT.org-El Observador).- Los obispos de México, reunidos en su 85 Asamblea Plenaria, han iniciado los trabajos de este importante encuentro con el objetivo principal de profundizar y asumir la Nueva Evangelización con los desafíos e interpelaciones del país en el espíritu de Aparecida para impulsar en México una Iglesia de discípulos y misioneros.
«Nos disponemos a emprender una nueva etapa en nuestro caminar pastoral, ponemos nuestros esfuerzos en manos de Dios para que Él los ilumine y los haga fructificar en cada diócesis de nuestro país hasta ser una Iglesia viva, fiel y creíble; mantener con renovado esfuerzo nuestra opción preferencial por los pobres; trabajar con todas las personas de buena voluntad para favorecer la presencia de Dios en la sociedad, y fortalecer con audacia la pastoral de la familia y de la vida», expresaron los prelados mexicanos mediante un comunicado firmado por la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que recae en el obispo de Texcoco, monseñor Carlos Aguiar Retes.
La asamblea se inscribe en lo que se ha denominado el espíritu de Aparecida, que llama a cada uno de los episcopados del continente a ser discípulos y misioneros, para que los pueblos de América Latina y El Caribe, tengan vida y la tengan en abundancia.
Atajando las posibles críticas al tema de la Misión, los obispos mexicanos han creído pertinente aclarar que «la misión no es una forma de proselitismo ni de anti-ecumenismo; no se trata de una competencia; se trata de ir en búsqueda de los católicos que no han sido evangelizados, además de evangelizar a quienes no conocen a Jesucristo».
En miras a la Misión Continental y «para promover la conciencia y la acción misionera permanente de los discípulos», con los obispos de toda América Latina, la CEM se prepara para la Apertura de los trabajos hacia la Misión, el próximo 17 de agosto en Quito, en el contexto del Tercer Congreso Misionero Americano.
«Ponemos este proyecto en manos de Nuestra Señora de Guadalupe, conscientes de que quien le abrió el camino al Evangelio en nuestro Continente será quien inspire, ayude y proteja nuestro proyecto misionero», han concluido los obispos mexicanos su comunicado.