BARCELONA, lunes, 7 abril 2008 (ZENIT.org).- E-Cristians, la plataforma cristiana de acción cívica de Cataluña, interpuso en julio de 2007 una querella criminal contra el doctor Carlos Morín, propietario de la clínica Ginemedex de Barcelona, por comisión de abortos ilegales. La querella fue admitida a trámite y en noviembre del mismo año, un registro policial permitió hallar máquinas trituradoras de fetos, expedientes ilegales y otros indicios de delito. Al levantarse el secreto del sumario, se ha conocido, entre otros detalles escabrosos, que el doctor Morín tenía Sida y que a pesar de ello seguía realizando abortos con sus propias manos.
Actualmente, el proceso sigue su curso en lo que podría ser el juicio más importante sobre el aborto que se haya producido en España hasta la fecha. En estos días, el Colegio de Médicos de Barcelona, que hasta entonces se había mantenido al margen del caso, ha acabado por personarse como acusación.
La asociación E-Cristians pide ayuda para poder seguir financiando los costes jurídicos. Su presidente, Josep Mirò i Ardévol, ha explicado a Zenit que la vía jurídica «es el camino para luchar contra el aborto de manera eficaz».
El caso ha conmocionado a la opinión pública española en los últimos meses, coincidiendo con la campaña electoral. Mientras las asociaciones de clínicas abortistas pedían amparo al Gobierno y los grupos proabortistas piden una ley de plazos, las entidades pro-vida han iniciado una movilización en torno a la Jornada por la Vida (31 de marzo) para concienciar a la sociedad sobre la gravedad del problema. En España se registran actualmente más de cien mil abortos al año.
--¿En qué punto está el juicio actualmente?
--Josep Miró i Ardévol: Justo en estos días se ha levantado el secreto del sumario. Este es el momento en que las partes pueden pedir al juez nuevas diligencias, que éste puede aprobar o no. Por tanto, aún estamos en proceso de instrucción del sumario. Hasta ahora, mientras existía secreto, nosotros, que participamos como acusación popular, no podíamos incidir en el proceso. Ahora sí, por tanto, aún falta tiempo hasta que se celebre el juicio.
Pensamos que hay áreas que deben ser profundizadas porque se han tratado poco, una de ellas es el área económica, pensamos que hay posible imputación de delitos económicos, y por otro lado la responsabilidad de la administración pública y su departamento de salud en este caso.
--Para seguir con el juicio contra el doctor Morín, E-cristians ha lanzado una campaña pidiendo donativos.
--Josep Miró i Ardèvol: Sí, claro, porque todo esto tiene un problema, y es que cuesta dinero. Más en la medida en que el caso se ha vuelto extraordinariamente amplio y complejo, porque hasta ahora se trata del juicio sobre el aborto con más imputados que se haya producido en España y puede que en Europa. Y esto requiere recursos económicos. Nosotros no tenemos capacidad por nosotros mismos de financiar este gasto extraordinario, y por eso pedimos ayuda.
Nuestro principal problema es que con un proceso tan largo, en los próximos meses podríamos encontrarnos sencillamente con que no podemos pagarlo. Y para otras acciones que nos proponemos nos pasa lo mismo. La vía jurídica funciona, pero tiene unos costes que hay que afrontar. Y por eso pedimos colaboración a todas las personas que quieran luchar contra el aborto de una manera eficaz.
--¿Qué acciones se propone E-Cristians?
--Josep Miró i Ardévol: Tenemos una propuesta de nuevas diligencias que irán en tres direcciones. Una de ellas, como ya he apuntado, es el ámbito económico, demostrar que se ha producido un delito económico de proporciones importantes; la segunda, se dirigirá a probar que ha habido complicidad, por activa o por pasiva, de la administración, sin la cual no habría sido posible llegar a esta abundancia de abortos ilegales en una vulneración sistemática de la ley. Una tercera acción irá dirigida a aumentar el número de posibles implicados en este caso.
Por otro lado, hemos iniciado una nueva acción en el ámbito de las clínicas de ACAI, asociación de clínicas dedicadas a la interrupción del embarazo , dirigiendo un requerimiento a su portavoz en tanto en cuanto por sus declaraciones y por sus textos, entendemos que ha ido manteniendo una posición que intenta presentar como legal lo que no lo es. El requerimiento es como una acción previa a una acción de naturaleza judicial, estudiando la posibilidad de una querella.
En definitiva, pensamos que, al margen de determinados aspectos morbosos particulares del caso Morín, considerado globalmente, lo que hace Morín como infracción de la ley se comete de una manera sistemática también en otras clínicas.
Y una tercera acción, que no agota lo que tenemos pensado pero que sí puedo adelantar en estos momentos, que está dirigida a las administraciones públicas, concretamente a las comunidades autónomas que tienen transferida esta competencia, a que los restos humanos de los fetos sean tratados de acuerdo con lo que prevé la legislación vigente y no como residuos hospitalarios, porque esto es un atentado a la dignidad del ser humano. No puede ser que a uno le corten el dedo en una operación, y este dedo reciba un trato digno, y que a un feto de seis o tres meses lo traten como a una venda sucia de sangre. Esto no puede ser en absoluto, es indigno.
--El decreto anunciado por el Gobierno sobre el tratamiento de los restos fetales del aborto ¿podría paralizar la investigación del caso?
--Josep Miró i Ardévol: No. Lo único que podría hacer el decreto (si es que lo hacen, lo que sería bastante escandaloso) es por ejemplo declarar que los niños nacidos inmaduros (de seis o siete meses de gestación) y que hoy son personas normales, en el momento de nacer no eran personas: si en lugar de nacer hubieran muerto, habrían sido tratadas como un residuo. Este decreto intenta modificar el anterior del año 1977 sobre cómo han de tratarse los restos humanos.
Esto es muy importante para las clínicas, a veces no se entiende que lo que éstas persiguen, como empresas mercantiles que son, es a minimizar los costes, y que la diferencia económica entre tratar estos restos humanos como tales y tratarlas como residuo es considerable. Lo que pretende el Gobierno con este decreto es proteger la cuenta de resultados de estas clínicas. Pero no puede frenar en absoluto el caso Morín, que no tiene que ver con esto sino que es mucho más grave.
Se trata de dos planos distintos. Un aborto puede ser ilegal y por tanto objeto de actuación penal, y sin embargo el tratamiento de los restos humanos puede ser legal (metiendo los restos en la caja adecuada, que sea recogido por una funeraria e incinerarlo o enterrarlo), y al revés, un aborto puede realizarse dentro de la legalidad, y sin embargo tratarse el resto mal, como hacen habitualmente las clínicas. Son dos cosas distintas y el grado de infracción es distinto: es más grave el aborto ilegal que el tratamiento incorrecto de los restos humanos.
--¿Por qué E-cristians ha tomado la decisión de intervenir en este caso?
--Josep Miró i Ardèvol: Porque vimos el precedente del 2004, una investigación parecida a la que realizó en 2006 la televisión pública danesa. Fue el Sunday Telegraph, grabó también la clínica de Morín con cámara oculta, salieron dos grandes reportajes en dos fines de semana seguidos, y aquí no pasó nada, absolutamente nada. No se movió ni una hoja, nadie dijo nada, ni el Colegio de médicos, ni la Fiscalía ni el Departamento de Sanidad. Y nos pareció que el problema tenía una dimensión política, colectiva. Significa que se procedía al aborto ilegal con absoluta impunidad.
A partir de ese hecho nos empezamos a interesar. Después estuvo el reportaje de la televisión danesa, tení amos más información, y lo más importante, la existencia de un testigo protegido, que fue determinante para el caso. Ahora ya hay dos testigos. Y es una demostración del camino que hay que seguir, los testigos han sido determinantes.
--Pero ¿cuáles han sido sus motivaciones?
--Josep Miró i Ardèvol: La motivación principal es que el aborto es un mal, pero hay muchas otras cosas que son un mal y no hemos actuado al respecto.
E-Cristians nació con el objetivo de llevar la concepción cristiana a la vida pública, y por tanto, con una voluntad de intervenir en todo aquello que es público y que por tanto tiene una dimensión política. La cuestión del aborto no nos la habíamos planteado, fue la impunidad que he relatado antes lo que nos llevo a plantear el tema, el escándalo de que España sea un país en el que durante años y años se incumpla masivamente la ley y no pase nada.
Y esta es la razón que ha escandalizado a media Europa sobre la situación española. Lo que ha escandalizado a los medios de comunicación que han intervenido en este caso no es el aborto, porque por desgracia en estos países el aborto está normalizado, sino que en España se pueda abortar libremente haciendo un fraude de ley contra la propia legislación española, esto es lo que no se entiende.
--¿Están ustedes solos en este caso o cuentan con el apoyo de alguna otra asociación?
--Josep Miró i Ardèvol: Bueno, hubo muchas denuncias contra Morín y alguna querella más. Algunas de ellas se produjeron en el mismo jurado que el nuestro, el 33 de Barcelona. Yo no he visto el expediente, de cuántas denuncias hay y quién las ha puesto. Sé por los medios de comunicación que existe otra querella interpuesta por una organización política, pero no tengo más datos.
Más información: www.e-cristians.org
La segunda parte de esta entrevista se publicará el martes
Por Inmaculada Álvarez