CIUDAD DEL VATICANO/CASTELGANDOLFO, martes, 8 abril 2008 (ZENIT.org).- El Papa anima la labor de los miembros del Movimiento de los Focolares comprometidos como catequistas en parroquias de los cinco continentes.
En sus saludos al término del rezo del «Regina Caeli», Benedicto XVI se dirigió a los numerosos fieles del movimiento eclesial presentes en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, expresando su deseo de «todo bien por el servicio que presentan a la difusión y a la acogida de la Palabra de Dios».
Éste es el núcleo del Congreso Internacional para Catequistas que, del 3 al 6 de abril, promovió el Movimiento Parroquial, una rama de los Focolares.
Ochocientos catequistas vinculados al Movimiento de los Focolares, laicos y sacerdotes, de los cinco continentes, acudieron a la convocatoria orientada a «un decisivo salto de calidad de la renovación de la catequesis».
Es la meta que señalan diversos documentos eclesiales -explica el movimiento en un comunicado–: «ante todo, la exhortación post-sinodal «Catechesi Tradendea» en la que, hace ya casi treinta años, el Papa Juan Pablo II evidenciaba la urgencia de pasar de una catequesis «sobre Jesús», donde prevalecen los contenidos doctrinales, a una catequesis que conduzca al encuentro vivo con Él, a través de un itinerario de maduración en la fe, a lo largo de todas las etapas de la vida» .
En sintonía con este objetivo y con el próximo Sínodo de los obispos sobre la Palabra, la cita internacional ha tenido como eje el tema «»Y la Palabra se hizo carne»- Por una catequesis viva».
Éste aspecto -la Palabra vivida- se ha sumado, en el congreso, a la aportación que el carisma de la unidad -propio de los Focolares– puede ofrecer a la catequesis «para que sea fuente de vida evangélica».
De las intervenciones en el Congreso se desprende la perspectiva de una catequesis que conduzca de la preparación a los sacramentos –por lo tanto dirigida sobre todo a niños y jóvenes- a un itinerario permanente de maduración en la fe que abraza toda la vida.
Una catequesis que camina «de la transmisión prioritaria de contenidos doctrinales a la comunicación de experiencias de fe vivida -explica el comunicado–; de una catequesis individual a una catequesis comunitaria; de una catequesis de «conservación» a una catequesis abierta a la dimensión evangelizadora y misionera».
Pablo VI animó, en una audiencia de 1966, a llevar el espíritu de la unidad en las diócesis y en las parroquias. En respuesta, Chiara Lubich -fundadora de los Focolares–, impulsó el nacimiento del Movimiento Parroquial.
Actualmente las parroquias que animan sacerdotes y laicos de este Movimiento parroquial son 4.250 en 430 diócesis de los cinco continentes. Unos 14.300 miembros de los Focolares trabajan al servicio de las parroquias como catequistas, ministros de la Eucaristía, en los consejos o comisiones, en «Caritas», en cursos para novios y para familias y otras iniciativas.
Con esta labor se difunde un estilo de comunión que configura las relaciones entre sacerdotes, movimientos y grupos, así como realidades religiosas y culturales del lugar.
Más información en: www.focolare.org
Por Marta Lago