INDAIATUBA, viernes, 11 abril 2008 (ZENIT.org).- El Episcopado brasileño el 10 de abril su solidaridad con los obispos amenazados de muerte en su trabajo pastoral en el país.
Han recibido amenazas de muerte tanto por teléfono como por carta y hasta personalmente, los obispos Erwin Krautler, de la Prelatura de Xingu; José Luiz Azcona Hermoso, de la Prelatura de Marajó; y Flávio Giovenale, de la Diócesis de Abaetetuba. Todos ellos en el estado de Pará, norte de Brasil.
«Cualquier agresión contra ellos nos atañe a todos nosotros, sus hermanos en el ministerio episcopal, y al pueblo a quien sirven con impávido celo y valiente profecía», afirma en una nota la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB).
«En Cristo, somos uno solo con ellos y con las personas que ellos defienden: los pueblos indígenas; las mujeres, niños y adolescentes que el tráfico de seres humanos instrumentaliza, que la explotación sexual vende y las drogas matan».
«Apoyamos también su empeño en la defensa del medio ambiente que la ganancia devasta con nefastas consecuencias para la vida humana», destaca el texto.
De acuerdo con el episcopado, «sus luchas son, por tanto, nuestras luchas, sus sufrimientos son nuestros sufrimientos».
La CNBB expresa la misma solidaridad a los demás «obispos, sacerdotes, personas consagradas, laicos que trabajan por los mismos ideales de vida y de justicia en todo Brasil donde los derechos humanos son constantemente degradados y por ello también sufren amenazas».
«Exigimos de las autoridades competentes investigaciones serias y protección para los amenazados. Su vida es valiosa para el pueblo que defienden y para nosotros que somos solidarios con ellos. Basta de violencia», concluye la nota.
Traducido del portugués por Nieves San Martín