Las diez claves del viaje del Papa a Estados Unidos de América y a la sede de la ONU

Por Jesús de las Heras Muela, director de Ecclesia

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MADRID, sábado, 12 abril 2008 (ZENIT.org).- Publicamos el análisis que ha escrito el director de la revista Ecclesia (www.revistaecclesia.com), don Jesús de Las Heras Muela, sobre el viaje que realizará Benedicto XVI del 15 al 20 de abril a los Estados Unidos y a la sede de las Naciones Unidas.

«Las diez claves del viaje del Papa a Estados Unidos de América y a la sede de la ONU»

«Cristo, nuestra esperanza», lema de la visita papal del 15 al 20 de abril

1.- La visita del Pastor Supremo a una de las principales Iglesias locales de la catolicidad.- En su mensaje del 9 de abril a los católicos y habitantes de Estados Unidos de América, Benedicto XVI habla de como la fe está bien enraizada en este país. En efecto, los católicos norteamericanos constituyen uno de los principales y más numerosos contingentes humanos de toda la Iglesia, tras los católicos en Brasil, México y Filipinas y numéricamente también por encima de Italia y de España, Polonia y Francia.

Con fecha 31 de diciembre de 2006, el número de católicos ascendía a 67.530 millones de personas, de un total de 299.226 millones de habitantes. En torno a 25 millones de católicos norteamericanos son de origen hispano.

El número de obispos católicos en el primer país de la tierra es de 436, el episcopado más numeroso de la Iglesia junto a los de Brasil e Italia. Los sacerdotes diocesanos son 30.000, a los que hay añadir otros cerca de 15.000 religiosos sacerdotes. Los religiosos no sacerdotes con 5.254, las religiosas se acercan a 65.000 y los diáconos permanentes son 15.101. Hay también 416 miembros de Institutos Seculares, 536 misioneros laicos y 405.071 catequistas. El número de seminaristas mayores se aproxima a los 5.000 y el de seminaristas menores es de 1.286.

La presencia social de la Iglesia católica norteamericana es también muy notable. Cuenta con 11.159 escuelas de educación infantil y primaria; 1.277 escuelas medias y secundarias; 266 centros de educación superior y universitaria; y 3.003 centros de educación especial y de reeducación. El número de hospitales católicos es de 570 más otros 261 ambulatorios. Son 1.256 las casas de para ancianos, inválidos y menores; 1.411, los orfanatos; 1.348 los consultorios familiares y centros para la protección de la vida; y hay también otras 993 instituciones de servicios eclesiales y sociales varios.

Desde otoño pasado, el misionero oblato de María Inmaculada Francis Eugene George, cardenal arzobispo de Chicago, es el presidente de la Conferencia Episcopal USA. El secretario general y coordinador de esta visita papal es monseñor David Malloy. Estados Unidos de América cuenta con 17 cardenales, cuatro de ellos ya con más de 80 años. Es el segundo país, tras Italia, con mayor número de cardenales.

Las relaciones entre la Santa Sede y Estados Unidos de América tienen 230 años. En enero próximo se cumplirán 25 años de la formalización plena de dichas relaciones diplomáticas en su máximo rano. Un dato significativo al respecto es que la actual embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede es la profesora Mary Ann Glendon, antigua presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias y representante de la Santa Sede en la IV Conferencia de la ONU sobre la mujer (Pekín, 1995). Benedicto XVI se entrevistará, como es natural, con George Bush, presidente federal del país, en el despacho oval de la Casa Blanca, en la mañana del miércoles día 16. También lo hará con el secretario general de la ONU, el surcoreano Bam Ki-mon.

Por todo ello, el primer contexto, la primera clave de esta visita papal es la propia de cualquier otro viaje del Pastor Supremo de la Iglesia a una Iglesia local, añadiéndose a ello la importancia intrínseca -ya indicada- y extrínseca -USA es el primer país del mundo y con gran influencia en el resto del planeta-.

2.- Tras las huellas de sus predecesores Pablo VI y Juan Pablo II.- Pablo VI viajó en octubre de 1965 a este país y Juan Pablo II lo recorrió en cinco ocasiones: octubre de 1979, septiembre de 1987, agosto de 1993 (Jornada Mundial de la Juventud de Denver, en el Estado de Colorado), octubre de 1995 y en enero de 1999.

Juan Pablo II estuvo tantas veces en Estados Unidos como México y en España y sólo por debajo de las siete veces que visitó Francia y las nueve en que regresó a su Polonia natal. A Brasil, el país católico más poblado, fue en cuatro ocasiones.

3.- La importancia y significación de Naciones Unidas.- En la ciudad de Nueva York, en Manhatann, se halla la sede Naciones Unidas. El próximo mes de diciembre se cumplen sesenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La Santa Sede mantiene ante la ONU un observador permanente, que suele ser un alto eclesiástico y diplomático. Actualmente es el arzobispo italiano Celestino Migliore. Durante años lo fue el actual cardenal Renato Martino, presidente de los Consejos Pontificios Justicia y Paz y de Pastoral de Migraciones.

Una de las citas más esperadas de este periplo papal es precisamente su visita a la ONU, donde pronunciará un discurso en la mañana del viernes 18 de abril. La fundamentación antropológica y ética de los Derechos Humanos, la sagrada e inviolable dignidad de la persona humana en todas las etapas de la vida y la defensa y promoción de la paz, de la justicia y de la solidaridad serán ejes indiscutibles del discurso papal, transido de la experiencia y de la sabiduría del mensaje y aportación del cristianismo.

4.- «Cristo, nuestra esperanza», lema del viaje.- «Cristo, nuestra esperanza» es la frase elegida para el viaje del Papa Benedicto XVI a Estados Unidos de América, que comenzaba el pasado martes, día 15 de abril y que concluye el domingo 20. Precisamente, el día 16 -segundo día de la visita- Benedicto XVI cumple 81 años.

El lema elegido refleja la segunda encíclica del Papa, «Spe salvi». Junto al lema, también hay ya logotipo y cartel para este viaje. Han sido diseño de Donna Hobson, directora de la Publicaciones de la Universidad Católica de América. «He querido incorporar -ha declarado- los colores papales, amarillo y blanco, y mi objetivo era mostrar al Papa Benedicto como una persona acogedora, con los brazos abiertos y sonriente». El cartel, en efecto, muestra al papa -en imagen de la misma tarde de su elección pontificia-, con la cúpula de la basílica vaticana al fondo y sobre la citada leyenda o lema -en inglés, «Christ our hope», Pope Benedict XVU, Apostolic journey to the United States 2008″– una paloma sobrevolando.

A este lema y a su significado aludía el Papa varias en su ya citado mensaje del 9 de abril al pueblo norteamericano. «Jesucristo -señalaba Benedicto XVI- es la esperanza para los hombres y las mujeres de toda raza, lengua y condición social. Sí, Cristo es el rostro de Dios aparecido entre nosotros. Gracias a El nuestra vida encuentra su plenitud y juntos podemos formar una familia de personas y de pueblos que viven en fraternidad, según el designio perenne de Dios».

Más adelante subraya el Santo Padre: «El mundo, en fin, tiene más que nunca necesidad de la esperanza: esperanza de paz, de justicia, de libertad, pero no podrá realizar esta esperanza sin obedecer a la ley de Dios, que Cristo ha llevado a su cumplimiento en el mandamiento del amor fraterno».

5.- El reencuentro necesario con la ley natural.- La regla de oro del mandamiento cristiano y hasta humano del amor cristiano «se encuentra en la Biblia, pero vale para todos, también para los no creyentes. Es
la ley escrita -seguimos transcribiendo del mensaje previo al viaje de Benedicto XVI- en la conciencia humana y en ella podemos todos reencontrarnos, de modo que el encuentro de las diferencias sea positivo y constructivo para la entera comunidad humana».

Benedicto XI, en suma, va a abogar en Estados Unidos y en la ONU por esta recuperación de la ley natural como espacio común, compartido y sagrado por y para todas las personas de buena voluntad. El Papa lleva tiempo ya insistiendo en esta dirección, complementaria con otra de sus constantes llamadas al diálogo entre fe y razón, que también, sin duda, estará presente en los contenidos de su viaje.</p>

6.- Agradecer, fortalecer, revitalizar y sanar a la comunidad católica en Estados Unidos de América.- En su aludido ya varias mensaje del 9 de abril, Benedicto XVI agradece y reconoce el importante papel y servicios de los católicos norteamericanos. Si visita papal está destinada, pues, a fortalecer y revitalizar sus comunidades. Así aparece claro en el itinerario del viaje.

El primer acto público con los católicos norteamericanos se produce a las 17,45 horas del miércoles día 16 en el santuario nacional de la Inmaculada Concepción de Washington. El Papa se encontrará con los cerca de quinientos obispos del país, rezaba con ellos vísperas y pronunciaba su segundo discurso.

El jueves 17, a las 10 de la mañana, Benedicto XVI presidirá la Eucaristía en el estadio nacional del equipo local de béisbol, y por la tarde, a las 17 horas, es el encuentro con el mundo universitario católico. El primero de ellos tenía lugar en la sala de conferencias de la Universidad Católica de América, en su sede de Washington y el segundo en el Centro Cultural «Juan Pablo II». En ambas ocasiones, Benedicto XVI pronunciará un esperado discurso, muy propio de su sensibilidad y prioridades pastorales: la educación y la universidad y el diálogo interreligioso. La relación fe-razón es uno de los hilos conductores de esta visita papal.

El sábado 19 de abril aguardan al Papa otras dos importantes citas: una Eucaristía en la catedral neoyorkina de San Patricio, con sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares, a las 9,15 horas; y a las 16,30 horas, en el seminario de San José, otro encuentro con los jóvenes y con los seminaristas.

El último día de la estancia papal en USA es el domingo 20 de abril. Están previstos tres actos: a las 9,30 horas, visita a la «zona cero», en Manhattan, en el memorial del atentado terrorista del 11-S sobre las torres gemelas. Es un momento de intensa oración a la misma hora en que se producía la tragedia el 11 de septiembre de 2001. A las 14,30 horas, Benedicto XVI celebra la Eucaristía dominical en el Yankee Stadium de Nueva York; y a las 20,30 horas, el aeropuerto internacional «John Fitzgerald Kennedy» de Nueva York acoge la ceremonia de despedida del Santo Padre, que estará en Roma, de regreso, a las 10,45 horas, del lunes 21 de abril.

Benedicto XVI viaja también a Estados Unidos de América a sanar. El cardenal Tarcisio Bertone, en declaraciones de prensa de estos días, no ha obviado la polémica por algunos secándolos sexuales vividos años atrás en esta Iglesia. Son «un hecho doloroso que ha golpeado a la Iglesia y no a ella, sino también a todas las instituciones», ha afirmado el secretario del Estado, quien asimismo ha subrayado que se trataban de una minoría pues «la grandísima mayoría de los sacerdotes, pastores y educadores católicos de los Estados Unidos han permanecido fieles y con una integridad indiscutible». Como es indiscutible la firmeza y honradez de Benedicto XVI -como ya lo fuera de Juan Pablo II- a la hora de afrontar estos problemas. Ahora, Benedicto XVI aportará, sin duda, el bálsamo preciso para purificar y sanar las heridas, erradicar sus causas y reestablecer la necesaria confianza.

7.- Al servicio de la sanación, de la solidaridad, de la reconciliación, de la justicia y de la paz.- La sombra y la huella del dolor permanece inseparable en la conciencia colectiva del pueblo norteamericano tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus cerca de tres mil personas asesinadas. La «Zona Cero» de Nueva York, en Manhatann, donde antes se alzan airosas y esplendoras las torres gemelas del World Trade Centre, es memoria viva del horror, «escenario de increíble violencia y dolor».

Allí permanecerá Benedicto XVI durante una media hora, en la mañana del domingo 20 de abril, a partir de las nueve, la misma hora de los atentados. Allí pronunciará una plegaria sentida, intensa, conmovida. Una plegaria al servicio de la sanación, de la solidaridad, de la reconciliación, de la justicia y de la paz. Nunca más un 11-S. Nunca más.

8.- Los desafíos de la secularización.- La sociedad norteamericana es una religiosa religiosa, pero también fuertemente impregnada de secularismo y materialismo. Su mismo progreso económico y bienestar social y cultural ha podido contribuir a ello. La sociedad norteamericana es también la sociedad puntura en el desarrollo y avance técnico, tecnológico y científico. La ciencia plantea permanentes retos. Y es preciso que la ciencia no camine al margen de la ética ni que la ciencia pretenda negar, en la práctica la fe. Y al respecto surgirá, con toda seguridad, la sabia y profética palabra de Benedicto XVI, el Papa de la Palabra, el profesor que necesita nuestro mundo, el maestro y cooperador de la Verdad.

En cualquier caso, y como también ha declarado el cardenal Bertone, hay un espacio todavía común y bien preservado: Estados Unidos de América no ha renunciado a sus raíces cristianas, como sí puede estar ocurriendo en Europa.

9.- En la apremiante e ineludible hora y signo del diálogo interreligioso y del compromiso ecuménico.- El jueves 17 de abril, a las 18,30 horas, en el Centro Cultural «Juan Pablo II», el Papa mantendrá un encuentro con representantes de otras religiones. En la tarde del viernes día 19, Benedicto XVI visitará la sinagoga del parque Este de Nueva York para felicitar a la comunidad judía en el día de la pascua hebrea. Resulta obvio y casi innecesario abundar en la importancia del Judaísmo en Estados Unidos y la realidad y significado interreligioso de este gran país.

Dígase lo mismo de su condición intercristiana, no sólo de confesiones y comunidades procedentes del Protestantismo, sino también de iglesias ortodoxas, muy presentes y vivas -como los mismos patriarcados de Constantinopla y de Moscú- en Estados Unidos. La Iglesia alemana de «San José» de Nueva York acogerá, en la tarde del viernes 18, la celebración ecuménica e intercristiana.

10.- Una etapa más y bien destacada en su selectivo y significativo ministerio petrino itinerante.- Las visitas apostólicas forman parte ya de la identidad y de la misión del Pastor Supremo de la Iglesia. Con estilo, matices, modulaciones e intensidades propias. Benedicto XVI lo hace de modo más selectivo, acorde quizás a su misma edad. Por cierto que el miércoles 16 de abril, cumplirá 81 años en Washington.

Este viaje de Benedicto XVI a USA es el primero que realiza en 2008. En julio irá a Australia, para presidir en Sydney la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, y en otoño -septiembre u octubre- irá al santuario francés de Lourdes, en el contexto del 150 aniversario de sus apariciones marianas. Es el octavo viaje internacional de Benedicto XVI. En 2005 viajó a Alemania; en 2006 a Polonia, España, Alemania y Turquía; y en 2007, a Brasil y a Austria. De este modo, es el segundo periplo intercontinental de Benedicto XVI, el segundo también a América.

Dentro de Italia, el Santo Padre, descontados sus periodos vacacionales en Castelgaldonfo
o en las montañas, ha realizado ocho viajes pastorales: Bari, en Puglia, en mayo de 2005; Manopello, en Pescara, en septiembre de 2006; Verona, en el Véneto, en octubre de 2006, Vigevano y Pavía, en Lombardia, en abril de 2007; Asís, en Perugia, en junio de 2007; Velettri, en el Lazio en septiembre de 2007; y Nápoles, capital de Campania, en octubre de 2007.

En 2008, los días 17 y 18 de mayo irá a Liguria, concretamente a la capital, Génova, y a Savona. Los días 14 y 15 de junio volverá a Puglia, concretamente a Santa María de Leuca y Brindisi; y el 7 de septiembre, a Cagliari, capital de la isla de Cerdeña.

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ZENIT Staff

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