CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 20 abril 2008 (ZENIT.org).- La oración que Benedicto XVI elevó en la mañana de este domingo en la Zona Cero testimonia al mundo cómo en momentos de odio incomprensible el amor y la solidaridad se hacen más necesarios e intensos, constata su portavoz.
El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, considera que la visita del Papa al cráter desde el que se elevaban las Torres Gemelas ha sido «un momento de esperanza, de esperanza realista».
«En la Zona Cero nos encontramos ante la manifestación de las consecuencias del odio en nuestros días», ha explicado el padre Lombardi, quien es también director de «Radio Vaticano».
«Una manifestación de odio tal que se convierte en verdaderamente misteriosa, superior a nuestra capacidad de imaginación. Pero ante esto, nos recogemos en oración, silenciosamente, ante Dios, para pedir la luz y el consuelo para continuar esperando, para ser capaces ante este gran cráter de amor, que representa la Zona Cero, de construir una sociedad reconciliada, un futuro de esperanza».
Por este motivo, aclara, ha sido «un momento de gran compasión, de gran participación en un dolor, como el de los familiares de las víctimas, que sigue estando sumamente presente».
«Con la oración, el Papa invita a todos a recordar que ha sido una experiencia de odio y de dolor, pero que ha sido también, en el mismo momento de la tragedia, una experiencia de solidaridad y de amor, pues muchos dieron su vida para ayudar a quienes fueron golpeados en ese instante».
«Es un mensaje que continúa hoy y que debe hacerse cada vez más fuerte de manera que podamos mirar adelante, construyendo todos una sociedad mejor, cortando las raíces del odio y del terrorismo y sabiendo resistir siempre con fuerza».
Según el portavoz es «un gran mensaje, no sólo para el pueblo de los Estados Unidos, sino para toda la humanidad» para «seguir adelante con esperanza y plena responsabilidad».