ROMA, martes, 22 abril 2008 (ZENIT.org).- Entre las resoluciones adoptadas en el reciente Capítulo General de la Congregación Salesiana, se destaca la que se denomina «Proyecto Europa».
El rector mayor de los salesianos, don Pascual Chávez, invitó a repensar la presencia salesiana en el viejo continente, para prestar un mejor servicio pastoral a los jóvenes.
Para ello, y entre las propuestas concretas, se buscará «rejuvenecer con personal salesiano las Inspectorías más necesitadas para hacer más significativo y fecundo el carisma salesiano en la Europa de hoy».
Así lo subrayó en el discurso de clausura del Capítulo General Nº 26 que se celebró en Roma del 3 de marzo al 12 de abril, y en el que participaron 232 salesianos representando a toda la Congregación.
Esta fue, precisamente, una de las indicaciones que Benedicto XVI señaló a los salesianos en las palabras que dirigió a los capitulares el pasado 30 de marzo.
En esa ocasión, el Pontífice manifestó que «en un momento en que en Europa las vocaciones disminuyen y los desafíos de la evangelización aumentan, la Congregación salesiana debe estar atenta a reforzar la propuesta cristiana, la presencia de la Iglesia y el carisma de Don Bosco en este continente. Como Europa fue generosa mandando misioneros a todo el mundo, así ahora toda la Congregación, apelando especialmente a las Regiones ricas de vocaciones, debe estar dispuesta a este respecto».
El rector mayor, en esta línea, apuntó que no se trata de un proyecto para el simple «mantenimiento de estructuras, sino un proyecto nuevo para expresar una presencia nueva, al lado de los jóvenes de hoy».
Espiritualidad, comunidad y misión
Pascual Chávez, haciendo balance del capítulo, señaló tres prioridades para la Congregación: la espiritualidad, poniendo al centro de la vida la Palabra de Dios y la eucaristía; la comunidad, como «testimonio de una forma alternativa de vida al modelo imperante» y, la misión especialmente en las nuevas fronteras como «la exclusión, la pobreza, la secularización, la reflexión, la formación y la educación a todos los niveles».
El relanzamiento de la pastoral y evangelización de los jóvenes, la pastoral de las familias, la atención a los más pobres y abandonados, son otras de las líneas que se subrayaron para el trabajo de la Congregación en los próximos años.
Siempre, recordó el rector mayor, «bajo el signo de la fidelidad a la alianza, ordenando nuestra vida personal, comunitaria e institucional según los valores del Evangelio y el carisma de Don Bosco».
Como recordó don Pascual Chávez en el discurso de clausura, toca ahora a cada salesiano, a cada comunidad salesiana, a cada Inspectoría, poner en práctica las líneas de acción fijadas por el Capítulo, el órgano de más alto nivel de la Congregación.
Y repasando la acción pastoral de Don Bosco, subrayó su identidad de sacerdote-educador para concluir señalando que «¡este es el modelo que tenemos y al que estamos llamados a reproducir lo más fielmente posible!».