CIUDAD DEL VATICANO, martes, 8 abril 2008 (ZENIT.org).- En su visita a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York se espera que Benedicto XVI hable sobre el fundamento de los derechos del hombre, ha revelado el portavoz de la Santa Sede.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ofreció detalles sobre la visita que el Papa realizará al «palacio de cristal» por invitación tanto del antiguo como del actual secretario general, Kofi Annan y Ban Ki-moon respectivamente.
La visita del Papa a la sede de la ONU, que tendrá lugar en la mañana del viernes, 18 de abril, con unas tres horas de duración, celebrará el sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Según explicó en un briefing a los periodistas el portavoz vaticano, «se puede esperar que el discurso esté centrado en el tema de los derechos del hombre, de su fundamento, y de su unidad, de su carácter indivisible. Son temas muy sentidos por Benedicto XVI».
Nada más llegar a la sede de la ONU, procedente de Washington, el Papa tras la acogida en la entrada del edificio, se dirigirá al piso 38 para mantener un encuentro privado con el secretario general, el coreano Ban Ki-moon.
Luego descenderá a la sala de la asamblea general para pronunciar su esperado discurso, que será escuchado por unas tres mil personas, representantes de los 192 estados miembros, informó el padre Lombardi.
A continuación el Papa saludará a los representantes de las delegaciones, y mantendrá encuentros privados con el presidente de la asamblea, con el presidente del Consejo de Seguridad, y con 60 funcionarios de las Naciones Unidas.
Mientras tanto, las tres mil personas que escucharon las palabras del Papa dejarán la sala para que puedan entrar en ese mismo lugar unos tres mil trabajadores de la ONU.
Acto seguido, el Papa dirigirá en la sala de la asamblea general un discurso a estos empleados de la organización internacional.
Al final, el Papa visitará la «Sala de Meditación» («Meditation Room»), en la que también se habían recogido en silencio los Papas que ya habían visitado este edificio, Pablo VI y Juan Pablo II.
La Santa Sede no es miembro con derecho a voto de las Naciones Unidas, sino que tiene el estatuto de observador permanente.
Este estatuto le da el derecho a participar en los debates de la asamblea general; el derecho a responder; el derecho a hacer circular sus comunicaciones como documentos oficiales de la Asamblea, y el derecho a copatrocinar borradores de resoluciones o decisiones que hagan referencia a la Santa Sede.
En Nueva York, el Papa se alojará en la residencia del observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo italiano Celestino Migliore.
Por Jesús Colina