CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 28 julio 2008 (ZENIT.org).- La fundación Populorum Progressio con sede en la Ciudad del Vaticano para la ayuda y el desarrollo de comunidades campesinas de Latinoamérica, en particular poblaciones indígenas, mestizas y afroamericanas, ha aprobado este año 200 proyectos por un valor de 2.108.300 dólares.
Los proyectos fueron analizados y aprobados en la reunión anual del Consejo de Administración, que se desarrolló del 9 al 11 de julio en la ciudad mexicana de Guadalajara, según explica un comunicado de prensa emitido este lunes por la Oficina de Información de la Santa Sede.
En el encuentro se han examinado 230 proyectos presentados en 2008 por parte de misioneros y grupos que trabajan en América Latina y en el Caribe por un valor de unos 2.687.000 dólares (se han descartado por tanto 30).
«Los países que más iniciativas han presentado han sido Brasil (39), Colombia (35), Perú (27) y Ecuador (18)».
«Desde el 13 de febrero, día en el que el Santo Padre Juan Pablo II instituyó la fundación, hasta el año en curso, se han podido entregar más de 24 millones de dólares, distribuidos en más de 2.200 proyectos», explica el comunicado.
Los proyectos que se presentan a la Fundación, preparados por las diferentes comunidades eclesiales y grupos pastorales de las diócesis, son aprobados por los obispos de las mismas diócesis y por último examinados por el Consejo de Administración.
Estos proyectos se han orientado al desarrollo integral de las poblaciones y afectan a los siguientes sectores: el 29,90% a la producción agropecuaria y microempresarial; el 33,20% a proyectos de infraestructura comunal: agua potable, cercas, letrinas, ambientes comunitarios; el 19,46% a la construcción de escuelas, alojamiento, o dispensarios; el 12,30% a la educación: formación profesional, comunicación, instrumentos para publicaciones; por último, el 5,14 % se constituye de proyectos destinados a la salud: instrumentos sanitarios y formación del personal.
«La Fundación desea ser un signo y un gesto de la caridad del Santo Padre hacia las poblaciones abandonadas y más necesitadas de ayuda, como los campesinos, los indígenas y los afroamericanos de América Latina y el Caribe», explica el comunicado.
Tiene su sede en el Consejo Pontificio Cor Unum. Su representante es el cardenal Paul Josef Cordes, presidente del dicastero vaticano.
Cuenta con un Consejo de Administración al que le compete, entre otras cosas, controlar que se respeten los estatutos, y el estudio y la aprobación de los proyectos prestados.
Este Consejo se compone de siete miembros, obispos de países latinoamericanos, y uno en representación del Consejo Pontificio Cor Unum.
Han participado este año en la reunión de Guadalajara el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de esa ciudad; monseñor Fabio Betancur Tirado, presidente del Consejo de Administración y arzobispo de Manizales (Colombia); monseñor Alberto Taveira Corrêa, vice-presidente del Consejo y arzobispo de Palmas (Brasil); monseñor Edmundo Luis Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia), monseñor Antonio Arregui Yarza, arzobispo de Guayaquil (Ecuador); monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde, obispo del vicariato apostólico de Yurimaguas (Perú); monseñor Segundo Tejado Muñoz, oficial del Consejo Pontificio Cor Unum; Juan Vicente Isaza Ocampo, secretario del Consejo de Administración, que trabaja en Bogotá; y Aldo Ivaldi, consultor de la Fundación.
Se ha invitado a la reunión el representante de la «Colecta a favor de América Latina» de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, monseñor Carlos Quintana Puente.
En la reunión se escogieron a los nuevos responsables del Consejo de Administración. Como presidente, por un período de tres años, ha sido elegido el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y como vice-presidente, monseñor Edmundo Luis Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia).
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