MADRID, miércoles, 4 febrero 2009 (ZENIT.org).- La enseñanza de la religión en el sistema educativo español es compatible con el principio de aconfesionalidad del Estado, reconocido en la Constitución, según una sentencia del Tribunal Supremo (TS) conocida este martes.
El tribunal considera «plenamente constitucionales» el Acuerdo entre España y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, y las disposiciones adicionales de la Ley Orgánica de Educación (LOE) que regulan la enseñanza de la Religión y su profesorado, según informaba este martes el diario madrileño «Público» en su edición digital.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo rechazó un recurso del minoritario partido Izquierda Republicana (IR) que pretendía la nulidad de la regulación de la enseñanza de la Religión, contemplada en el Real Decreto de 2006 que fija los contenidos mínimos del segundo ciclo de educación infantil. Según IR, tal disposición vulnera el precepto constitucional de que «ninguna confesión tendrá carácter estatal».
El TS asegura que el real decreto «respeta la Ley», ya que la determinación del currículo debe ajustarse al Acuerdo con el Vaticano, de acuerdo con la LOE, y rechaza que quebrante los preceptos citados ya que el objeto de la educación, fijado por la Constitución en el artículo 27.2, no contradice el derecho de los padres a que los hijos reciban la formación religiosa y moral acorde con sus convicciones.
«Es igualmente obligado el respeto por todos, incluido el Estado, de que la educación que se imparta salvaguarde» tal derecho de los padres, subraya el alto tribunal. Indica así mismo que la aconfesionalidad del Estado «no impide, sino que implica» que los poderes públicos cuenten con las creencias religiosas de la sociedad y mantengan las relaciones de cooperación con las confesiones.
El Supremo, que cita jurisprudencia del Tribunal Constitucional (TC), afirma que la inclusión de la Religión en los niveles educativos es «un cauce posible para la realización de la libertad religiosa en concurrencia con el ejercicio del derecho a una educación conforme con las propias convicciones religiosas y morales».
Recuerda que el TC acepta la enseñanza de la Religión, no sólo de la católica, como «plenamente constitucional», sin que se cuestione su equiparación a las demás disciplinas fundamentales, dado que el legislador adoptó «medidas correctoras» para que su valoración académica no produjera efectos discriminatorios entre el alumnado.
Por otra parte, ante la visita en curso a España del número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, los partidos a su izquierda acusaron al partido socialista gobernante (PSOE) de retroceder ante la Iglesia católica. El cardenal Bertone llegó este martes a España y hoy se entrevistó con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Este martes, en la Comisión de Justicia del Congreso, los socialistas rechazaron varias iniciativas contra la Iglesia, procedentes del grupo parlamentario formado por Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), Izquierda Unida (IU) e Iniciativa por Cataluña (IC), partidos minoritarios, dos de ellos nacionalistas catalanes, que se sitúan a la izquierda del PSOE.
Dos de las proposiciones de ley pedían facilitar la apostasía, otra revisar los acuerdos con la Santa Sede, y la tercera crear una subcomisión para estudiar la muerte digna y la eutanasia.
Hubo otra proposición no de ley que proponía la retirada de símbolos religiosos en tomas de posesión de altos cargos. El PSOE también iba a rechazarla pero, en el último momento, Gaspar Llamazares, de IU, la retiró en protesta por la acumulación de asuntos en el orden del día. Según dijo, el PSOE y el principal partido de la oposición (PP) imponen el «rodillo».
Estaba prevista también la presentación de las conclusiones de la subcomisión parlamentaria que se ocupa de estudiar el cambio legal que llevaría de una simple despenalización del aborto en tres supuestos a una ley de plazos que reconocería el aborto como un derecho de las mujeres.
Los partidarios del cambio legal acusan al PSOE de aplazar la cuestión por coincidir con la visita del cardenal Bertone a La Moncloa, aunque lo que adujo el partido del Gobierno fue falta de tiempo para concluir los textos, cuya redacción se demorará al menos una semana.
Por Nieves San Martín