LONDRES, miércoles, 4 febrero 2009 (ZENIT.org).- Una enfermera cristiana baptista, suspendida por ofrecerse a rezar por una paciente, recibió este lunes una ola de apoyos por parte de organizaciones médicas y religiosas, así como los pacientes del hospital y los capellanes de hospitales, según informaba este martes el diario británico «Daily Mail».
Mientras los capellanes pedían nuevas orientaciones para el sistema nacional de salud, en relación a la atención espiritual a los pacientes, el «Christian Medical Fellowship» dijo que la destitución de Caroline Petrie llegaba a ser «discriminación religiosa».
La señora Petrie, cristiana comprometida, de 45 años, afronta una acción disciplinaria tras ser acusada de no cumplir un compromiso de igualdad y diversidad. Podría ser despedida después de preguntar a una paciente anciana si quería que rezara por ella.
La paciente, May Phippen, de 79 años, no se sintió ofendida, sino que comentó de pasada a otra enfermera que lo encontraba raro, y que podía ser ofensivo para otros pacientes.
La señora Petrie, con dos hijos, dijo que su oferta de oración era su modo de decir «que se mejore». Dijo: «No pienso que hice nada equivocado. Sólo trataba de hacer saber a la paciente que pensaba en ella. Es mi modo de decir ‘que se mejore'».
Por Nieves San Martín