CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 22 febrero 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pidió este domingo, en el que la Iglesia celebraba la fiesta de la Cátedra de San Pedro, oraciones para poder cumplir con su misión.
Al rezar a mediodía la oración mariana del Ángelus, junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre comentó el significado de esta Cátedra, que simboliza la autoridad del obispo de Roma, «llamado a desempañar un peculiar servicio en relación con todo el Pueblo de Dios».
«Inmediatamente después del martirio de los Santos Pedro y Pablo, a la Iglesia de Roma se le reconoció el papel de primacía en toda la comunidad católica, papel atestiguado ya en el siglo II por san Ignacio de Antioquía y por san Ireneo de Lyón», recordó hablando desde la ventana de su estudio.
Asimismo explicó cómo este singular y específico ministerio del obispo de Roma fue confirmado por el Concilio Vaticano II en el número 13 de la constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium.
«En la comunión eclesiástica –dijo el Papa citando el Concilio–, existen Iglesias particulares, que gozan de tradiciones propias, permaneciendo íntegro el primado de la Cátedra de Pedro, que preside todo el conjunto de la caridad, defiende las legítimas variedades y al mismo tiempo procura que estas particularidades no sólo no perjudiquen a la unidad, sino incluso cooperen en ella».
La celebración de la fiesta le ofreció al Papa la oportunidad para pedir a los creyentes que le acompañen con la oración para poder «cumplir fielmente con la elevada tarea que la Providencia divina me ha encomendado como sucesor del apóstol Pedro».
El pontífice se despidió alentando a los fieles a «entrar con las debidas disposiciones de espíritu en la Cuaresma, que comenzará el próximo miércoles con el sugerente rito de las cenizas».
«Que María nos abra el corazón a la conversión y a la escucha dócil de la Palabra de Dios», concluyó.
En realidad, la historia habla de dos cátedras del apóstol Pedro, pues antes de ser obispo de Roma había sido pastor de la primera comunidad de los cristianos en Antioquía.
Hasta antes del Concilio Vaticano II la liturgia celebraba la dos cátedras en dos fechas diferentes: el 18 de enero, la de Roma, y el 22 de febrero la de Antioquía. Con la reforma del calendario, se han unificado en esta última fecha.
Según explica el Misal Romano, esta celebración, «con el símbolo de la cátedra, subraya la misión de maestro y de pastor que entregó Cristo a Pedro, constituido por él, en su persona y en la de sus sucesores, como principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia».