CIUDAD DEL VATICANO, viernes 27 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que la petición de perdón emitida por el obispo Richard Williamson por sus declaraciones en las que negó el alcance del Holocausto no responde a las exigencias establecidas.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, pronunció una declaración ante los periodistas en la que explica que «la ‘declaración’ del obispo no parece que respete las condiciones establecidas por la nota de la secretaría de Estado del 4 de febrero de 2009, en la que se decía que ‘tendrá que tomar de modo absolutamente inequívoco y público distancias a sus posturas sobre la Shoá‘».
El padre Lombardi aclara al mismo tiempo, que la declaración «no se trata de una carta dirigida al Santo Padre o a la Comisión Ecclesia Dei».
La declaración del prelado, emitida a su regreso a Londres este jueves, decía que «el Santo Padre y mi superior, el obispo Bernard Fellay, han pedido que reconsidere las declaraciones que hice en un canal de televisión de Suecia hace cuatro meses, pues sus consecuencias han sido muy fuertes».
«Observando estas consecuencias –añadía–, puedo decir verdaderamente que lamento el haber hecho estas declaraciones, y que si hubiera sabido con antelación todo el daño y las heridas que han provocado, especialmente a la Iglesia, pero también a los supervivientes y seres queridos de las víctimas de injusticia bajo el Tercer Reich, no las hubiera hecho».
«En la televisión sueca sólo di una opinión (‘Creo que…’, ‘Creo que…’) de una persona que no es historiador, una opinión formada hace veinte años en virtud de los datos que entonces estaban disponibles, y que desde entonces había expresado raramente en público –seguía diciendo la nota–. De todos modos, los eventos de las últimas semanas y el consejo de miembros de la Fraternidad de San Pío X me han persuadido de mi responsabilidad por tanta angustia causada».
«A todas las almas que quedaron honestamente escandalizadas por lo que dije, ante Dios, les pido perdón», afirma.
Asociaciones judías de Italia y Alemania también han declarado como no aceptable la petición de perdón.