CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 22 febrero 2009 (ZENIT.org).- El Estado de la Ciudad del Vaticano, nacida hace ochenta años, garantiza la independencia y la autonomía del papado, explica el portavoz de la Santa Sede.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha comentado el aniversario de los Pactos Lateranenses entre la Santa Sede e Italia, que reconocían "al Papa plena soberanía en un pequeñísimo Estado, desde donde, con plena libertad, podía gobernar la Iglesia católica universal, sin condicionamiento alguno por parte del Gobierno italiano".
En el último editorial de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director, el padre Lombardi reconoce que "terminaba así un periodo de grave tensión entre el Papado e Italia, después del final de los Estados pontificios y la unificación italiana de 1870".
El editorial tiene lugar después de que en estos días se hayan celebrado en Roma "importantes eventos culturales, que han subrayado el papel fundamental del Papa Pío XI en la Conciliación entre la Santa Sede e Italia y en la edificación de las estructuras necesarias para el funcionamiento del nuevo Estado".
En estas celebraciones, a las que se ha sumado el Papa, "se ha insistido justamente en el hecho que el reconocimiento y el estatuto internacional de la Santa Sede, como centro y guía de la Iglesia, no depende de la existencia de este pequeñísimo Estado, sino que, al contrario, éste existe y debe existir porque el Papado es una autoridad espiritual y moral de importancia mundial y debe poder ejercitar sus funciones, sin ambición alguna de poder terrenal, pero con plena independencia y autonomía".
Pero el sacerdote insiste en el aspecto que fundamenta este Estado. "¿Por qué es justo que el Papa resida en el Vaticano y que su pequeño Estado esté aquí y no en otra parte?", se pregunta y responde: "Por un motivo muy sencillo: aquí Pedro padeció el martirio, aquí murió y aquí se encuentra su tumba, a la que vienen en peregrinación los fieles del mundo entero".
En una antiquísima pared que se encuentra junto al altar central de la basílica los arqueólogos han encontrado un texto escrito en griego: "Petros eni", "Pedro está aquí".
"Por este motivo el Sucesor de Pedro está aquí y desde aquí guía la Iglesia: desde la Ciudad del Vaticano", concluye el portavoz.