CIUDAD DEL VATICANO, domingo 15 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa pidió hoy, tras el rezo del Ángelus, que “en todas las Iglesias particulares se desarrolle la pastoral universitaria”, ante los peregrinos congregados en San Pedro.
Benedicto XVI se refirió a la conclusión hoy, en la Basílica de San Pablo Extramuros, del Jubileo paulino de los universitarios, promovido por la Congregación para la Educación Católica y por el Consejo Pontificio de la Cultura y organizado por el Vicariato de Roma, sobre el tema “Lo que adoráis sin conocerlo, yo os lo anuncio. Evangelio y cultura para un nuevo humanismo”.
“Estoy muy contento por la presencia en Roma de ilustres profesores y delegados de pastoral universitaria, procedentes de todos los continentes”, afirmó el Papa.
Este jubileo, añadió, “constituye una etapa importante en el diálogo siempre vivo entre la Iglesia y la universidad”.
“Auguro que en todas las Iglesias particulares se desarrolle la pastoral universitaria, para la formación de los jóvenes y para la elaboración de una cultura inspirada en el Evangelio”, concluyó el Papa ante los presentes.
Con estas palabras del Papa ha concluido así este Jubileo, que se ha celebrado en Roma desde el pasado jueves 12, con un Foro Internacional de las Universidades, que fue inaugurado en la Sala Protomoteca del Campidoglio, con la presencia del cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado.
En aquella ocasión, el cardenal Bertone afirmó que desde los orígenes, el encuentro del Evangelio con la cultura se ha realizado no sólo con sus manifestaciones históricas, como lo es la civilización de un pueblo, sino que es sobre todo con su núcleo generador, que el el hombre que busca la verdad, desde el momento en que el Evangelio no se identifica con ninguna civilización, sino que las anima y las promueve desde dentro”.
Actualmente, exhortó el cardenal Bertone, “se hace siempre más urgente la pregunta sobre las posibilidades del hombre contemporáneo de vivir en plenitud la propia existencia, en una situación de fuerte aceleración de la historia en un contexto de interdependencias cada vez más exigentes”.
Sobre todo, prosiguió, se advierte cada vez más la urgencia de redescubrir y actualizar a la luz de la crisis de la modernidad “este dinamismo intrínseco del Evangelio y de la cultura”.
[Por Inma Álvarez]