LUANDA, viernes 20 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI afirmó este viernes en la capital angoleña que el aborto constituye la supresión de una persona, motivo por el cual no puede ser disfrazado de instrumento de «salud reproductiva».
Asimismo, el Papa se convirtió en abogado de las dificultades que atraviesan las familias africanas a causa de la pobreza, en el discurso que pronunció en el Palacio del Pueblo, residencia del presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, en presencia de las autoridades angoleñas y de los representantes del cuerpo diplomático en Luanda.
La familia, denunció el Santo Padre, «también aquí la familia está sometida a muchas presiones: angustia y humillación causada por la pobreza, el desempleo, la enfermedad y el exilio, por mencionar sólo algunas».
Para el obispo de Roma «es particularmente inquietante el yugo opresor de la discriminación sobre mujeres y niñas, por no hablar de la práctica incalificable de la violencia y explotación sexual, que provoca tantas humillaciones y traumas».
El sucesor de Pedro confesó que hay otro aspecto que le preocupa particularmente: «las políticas de aquellos que, con el espejismo de hacer avanzar el ‘edificio social’, minan sus propios fundamentos».
«Qué amarga es la ironía de aquellos que promueven el aborto como una atención de la salud ‘materna'», subrayó.
«Qué desconcertante resulta la tesis de aquellos para quienes la supresión de la vida sería una cuestión de salud reproductiva», señaló, citando al Protocolo de Maputo (art. 14).
Por su parte, aseguró, «la Iglesia se encontrará siempre, por voluntad de su divino Fundador, cerca de los más pobres de este continente».
«Puedo aseguraros que, a través de las iniciativas diocesanas y de innumerables obras educativas, sanitarias y sociales de diversas órdenes religiosas, seguirá haciendo todo lo posible para ayudar a las familias – incluidas las afectadas por los trágicos efectos del sida – y para promover la igualdad de dignidad de mujeres y hombres, sobre la base de una armónica complementariedad», concluyó.