MADRID, jueves, 26 marzo 2009 (<u>ZENIT.org).- El cardenal arzobispo de Madrid Antonio María Rouco, ha pedido que sea respetado el derecho a ser hijos como el derecho a ser padres
Así afirmó este miércoles, en la festividad de la Anunciación del Señor, Jornada por la Vida en la Iglesia en España, al presidir una solemne eucaristía en la catedral de la Almudena con la participación de varios miles fieles.
En su homilía el también presidente de la Conferencia Episcopal Española recordó que el bien del concebido y de la madre no se pueden separar.
El arzobispo de Madrid se hizo eco de la invitación de la Conferencia Episcopal Española a defender el don de la vida, y orar por él.
«No podemos tomar la actitud de apartarnos de la Ley de Dios, el don de la vida hay que respetarlo y llevarlo a los demás», afirmó el cardenal Rouco.
«Todos tenemos la misma dignidad y debemos respetar a la persona humana desde su concepción»
Dios dijo «en cada uno de esos pequeños me veis a mí», recordó el arzobispo de Madrid, según informa Análisis Digital.
«Los no nacidos y los pobres e indefensos en el vientre de su madre hay que protegerlos desde su concepción».
Así, el cardenal Rouco defendió que «reducir la dignidad del hombre a su forma de expresarse biológicamente es ignorar la dignidad del ser humano». «Desde nuestra concepción somos hijos de Dios», afirmó.
El cardenal de Madrid recordó que hemos vivido tiempos en los que costó mucho reconocer la dignidad del hombre desde su concepción hasta su muerte natural y que las consecuencias de no reconocerlo son tremendas.
«Toda vida humana es digna de ser vivida», señaló.
Defendió que el hombre no puede determinar cuándo una vida es digna de ser vivida o no y que el bien del concebido y de la madre no se pueden separar ya que forman una misma realidad.
El cardenal Rouco pidió por los no nacidos y los indefensos, por los padres y madres, para que el derecho a ser hijos sea respetado como el derecho a ser padres y para que todos se vuelquen en que este derecho se facilite y no se impida.