CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 24 de agosto de 2011 (ZENIT.org / El Observador).- Gran expectación ha causado en todo México la presencia, desde mañana y hasta el mes de diciembre, de la reliquia de Juan Pablo II que recorrerá todas las diócesis de México.
Ayer, el cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispado Primado de México, invitó a todos los fieles de la arquidiócesis a que acudan a venerar una reliquia insigne del beato Juan Pablo II que fue traída desde Roma y que estará presente en la Basílica de Guadalupe del 25 al 28 de agosto, y en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, del 5 al 8 de septiembre.
De igual modo, los fieles podrán solicitar la mediación del beato Juan Pablo II frente a sus necesidades y problemas, y también para que regrese a México el clima de paz, fraternidad y concordia que durante décadas lo habían caracterizado.
Esta oportunidad, que el cardenal Rivera Carrera ve como una gran bendición, hará historia pues después de la ceremonia de beatificación del Papa amigo de México, la Santa Sede decidió que fuera este país el primero que recorriera esta reliquia y que consiste en una muestra de su sangre, obtenida por los médicos poco antes de su muerte.
Esta reliquia del Papa es la única existente, de primer grado, dado que a la muerte de Juan Pablo II, su cuerpo fue introducido en un sarcófago sin que se tomara alguna otra de su cuerpo.
Esta reliquia del beato Juan Pablo II, y la imagen en cera que se mandó fabricar para esta ocasión, recorrerán 90 diócesis de la República Mexicana y será la arquidiócesis primada la que encabezará esta peregrinación, antes de que sea devuelta a Ciudad del Vaticano.
«Para la arquidiócesis Primada de México es un honor recibir esta reliquia, tanto por su enorme significado espiritual como por el gran cariño que Juan Pablo II, siempre tuvo para nuestra patria», según dijo el cardenal Rivera Carrera.
Hay que recordar que el beato Juan Pablo II visitó México en cinco ocasiones, la última de ellas para canonizar al indígena Juan Diego, vidente de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en 1531.