BRUSELAS, lunes 5 diciembre 2011 (ZENIT.org).- El Parlamento Europeo aprobó el 1 de diciembre pasado, por 454 votos a favor y 86 en contra, una resolución en la que se pide a la Comisión y al Consejo que el aborto –«seguro y legal»- sea considerado un medio para luchar contra el sida. La medida fue aprobada por, entre otros, parlamentarios democristianos.
La resolución aprobada fue justificada en las más de veinticinco mil nuevas infecciones del virus vih/sida, en 2009 en Europa, y en que sólo el 30% de los enfermos son conscientes de ser portadores del virus.
Numerosas organizaciones sociales españolas han denunciado a ZENIT que “a través de esta resolución se avanza un poco más en la consideración del aborto como un derecho”.
El Parlamento Europeo adoptó la resolución el jueves 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que, afirmaba en la justificación, “exige un acceso más equitativo a las medidas de prevención, pruebas, tratamiento y atención de los afectados”.
El texto aprobado, en su número 22, pide a las autoridades europeas –Comisión y Consejo- que “aseguren el acceso a servicios, informaciones y suministros en materia de salud sexual y reproductiva amplios y de calidad; considera que estos deberían cubrir, entre otras cosas, asesoramiento confidencial y voluntario y pruebas de detección y tratamientos para el vih y todas las enfermedades de transmisión sexual; prevención de embarazos no deseados; acceso igual y asequible a los anticonceptivos, incluida la contracepción de emergencia; aborto seguro y legal, incluidos los cuidados post-aborto; cuidado y tratamiento para prevenir la transmisión vertical del vih, incluidas las parejas y los niños”.
La resolución pide a Comisión y Consejo que lleven a la práctica la Comunicación sobre la lucha contra el vih/sida, en la Unión Europea y los países de su entorno, de 2009-2013, y su Plan de acción conexo: ampliando la aplicación de las estrategias de prevención; respaldando una respuesta efectiva al vih/sida en los estados miembros de la UE más afectados, los países vecinos más afectados, la Federación Rusa y otros países de la CEI; desarrollando medios para llegar y apoyar a las poblaciones de mayor riesgo y más vulnerables en toda Europa y recuerda que “lo que hay que combatir es el vih, no a los portadores del vih”.
Por todo ello, pide al Consejo que “demuestre su liderazgo político en la lucha contra la persistente epidemia de vih en Europa y desarrolle planes de acción sobre el vih específicos para los distintos países” y que “preste apoyo a las respuestas efectivas al vih en los países vecinos, mediante el diálogo político, la creación de capacidades técnicas y el fomento de la participación de la sociedad civil”
También solicita a las autoridades que “aporten los recursos necesarios para garantizar el acceso equitativo a la prevención, las pruebas de detección, el tratamiento, la atención y el apoyo en relación con el vih”, que “luchen contra la estigmatización y otras barreras que impiden el acceso oportuno al asesoramiento, las pruebas de detección y el tratamiento precoz”, que incrementen “la inversión en investigación con miras a lograr un remedio eficaz”, y que “mejoren los instrumentos y medidas para luchar contra las infecciones asociadas”.
Entre otras medidas, les pide que “fomenten el diagnóstico y los cuidados tempranos poniendo en práctica pruebas basadas en datos concretos y en estrategias de tratamiento asociadas” y a los Estados miembros que “promuevan y apoyen la inversión continuada en la investigación sobre nuevas tecnologías de prevención utilizadas y gestionadas por mujeres, incluidos los microbicidas”.
Señala que “las medidas de prevención deben incluir expresamente información y educación sexual adecuadas, el acceso a los medios de protección como el preservativo masculino y el femenino, y el fortalecimiento de los derechos y la autonomía de las mujeres en las relaciones sexuales”.
Señala que “la estigmatización y la discriminación dificultan considerablemente la lucha contra la transmisión del vih/sida”.
Acoge “favorablemente los compromisos asumidos en la Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas” sobre el asunto con el fin de garantizar que para 2015 se dispense el tratamiento necesario a 15 millones de personas seropositivas en todo el mundo y se reduzca el número de nuevas infecciones por vih en un 50%”.
Celebra “el llamamiento de las Naciones Unidas para que las compañías farmacéuticas preparen oportunamente tratamientos antirretrovirales asequibles, de calidad y eficaces, prestando especial atención a las estrategias de rentabilidad, en particular al uso de medicamentos genéricos”.
Solicita a la Comisión y al Consejo que “introduzcan los cambios necesarios para cumplir sus obligaciones en el marco de la Declaración política sobre el vih/sida del periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas”.
Pide a la Comisión, al Consejo y a los Estados miembros que “cumplan sus obligaciones respecto del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, y sigan apoyando su labor en los países en desarrollo”.
Los eurodiputados alertan sobre el aumento alarmante de infecciones en Europa oriental (debido a menudo al contagio entre drogadictos por el uso compartido de jeringuillas) y piden, entre otras cosas, poner fin a la discriminación de los enfermos de sida, tanto socialmente como en el acceso a los seguros de salud y precios excesivos.
Numerosas organizaciones sociales españolas han denunciado a ZENIT que “a través de esta resolución se avanza un poco más en la consideración del aborto como un derecho”, y que, “en el debate de la resolución, se mostraron a favor de la misma la mayor parte de los grupos a través de sus representantes. Desde los democristianos a los socialistas, pasando por los conservadores ingleses, los liberales y los comunistas”.
Por Nieves San Martín