ROMA, martes 13 diciembre 2011 (ZENIT.org).- El embajador de Cuba ante la Santa Sede Eduardo Delgado, hizo este martes declaraciones respecto al anuncio de la visita papal a su país. El embajador expresó la satisfacción del gobierno cubano “por la visita apostólica de su santidad”.

“La declaración hecha este lunes 12 de diciembre, por su santidad Benedicto XVI, durante la homilía de la Santa Misa con motivo del bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos, confirmando su intención de realizar un viaje apostólico a México y Cuba antes de la Pascua del 2012, ha sido acogida con especial satisfacción por el gobierno y el pueblo de nuestro país”, dijo este martes el embajador de Cuba ante la Santa Sede.

Y añadió que “la Conferencia de Obispos por su parte ha reiterado su gran alegría por dicha visita, para la cual ha trabajado con gran entrega”.

“Todos los latinoamericanos y especialmente el pueblo cubano, acogerán al papa con grandes muestras de cariño y de respeto, le brindarán su hospitalidad y darán testimonio de los valores de su cultura y ética”, subrayó.

Esta será la segunda visita de un papa a Cuba y también la segunda del papa Benedicto XVI a América Latina.

En el caso de Cuba, coincide con el 400 Aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona del país, que ha hecho una peregrinación por todo el país desde agosto del 2010 que culminará próximamente en la capital. El 2012 será además el Año Jubilar que conmemorará el IV centenario del hallazgo de la imagen de la Virgen.

“La unidad entre la doctrina y el pensamiento revolucionario en relación con la fe y a los creyentes, tiene su raíz en los fundamentos mismos de la nación cubana y su base principal es el sentimiento de justicia, de amor al prójimo, de igualdad y de ayuda al necesitado, sea de nuestro propio pueblo o de otra nación hermana”, aseguró el embajador.

“El Gobierno cubano, a través del embajador ante la Santa Sede, reitera su especial satisfacción por la visita apostólica de su Santidad, y expresa que lo recibirá con todo el respeto y amor que él merece y hará todo lo que esté dentro de su competencia para brindarle una estancia feliz y que guarde un recuerdo muy grato de nuestro pueblo y de su estancia, como ocurrió en el caso del beato Juan Pablo II cuando realizó su viaje en enero de 1998”, concluyó.