MIAMI, martes 13 diciembre 2011 (ZENIT.org).- Aunque el papa no ha indicado las fechas concretas para su visita a Cuba, el arzobispo de Santiago de Cuba Dionisio García Ibáñez, ha indicado en una entrevista que tiene ya preparado un programa tentativo.
“Quisiéramos que en El Cobre hubiera una celebración mariana y el encuentro con los obispos cubanos junto a la Madre” en el santuario, indicó. También se prepara una Eucaristía en Santiago de Cuba en presencia de la imagen.
En 1998 Juan Pablo II presidió una Eucaristía de campaña en la plaza Antonio Maceo. Esta vez pudiera hacerse del otro lado de la misma plaza. Los planes de toda la estancia papal se concretarán con la visita, a mediados de diciembre, del enviado del Vaticano.
El papa Benedicto XVI confirmó su anunciada visita, este lunes 12 de diciembre, durante la Eucaristía en la basílica de San Pedro en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Calculando las fechas del inicio de la primavera y el comienzo de la Pascua los medios de prensa han vaticinado que la visita a ambos países sería entre el 23 y el 29 de marzo. No ha habido confirmación oficial.
En conversaciones informales los obispos cubanos ya habían expresado su deseo de que la visita a Cuba coincidiera con la fecha de la Encarnación del Verbo, el 25 de marzo. En esta fiesta “María ocupa un lugar pero Jesús es el centro”, ha indicado el obispo de Holguín Emilio Aranguren, al recordar el lema del Jubileo: A Jesús por María: La caridad nos une.
Durante el proceso de preparación al 400 aniversario, la Iglesia cubana esta insistiendo en el sentido bíblico de un jubileo, momento en que se perdonan deudas y se liberan presos. La visita de Benedicto XVI pudiera dar lugar a un gesto de clemencia por parte del gobierno cubano, hacia grupos de encarcelados, como mujeres o personas enfermas.
Después de la visita de Juan Pablo II en 1998 el gobierno cubano proclamó el feriado del día de Navidad. Ahora, con esta visita papal, cercana a Semana Santa, pudiera darse otro gesto por parte del gobierno dado que el Viernes Santo fue, en el pasado, una fecha feriada y no laboral.
También existe cierta expectativa de que la visita papal pudiera dar un nuevo impulso al proceso de beatificación y canonización del siervo de Dios Félix Varela y Morales. Su nombre surge con frecuencia en los discursos papales referidos a Cuba. Un ejemplo es la carta de Benedicto XVI a los obispos cubanos en 2008 por medio del cardenal Tarcisio Bertone, en la que recordaba que el “anuncio del Evangelio llegó hace cinco siglos y cuyos valores tuvieron gran influencia en el nacimiento de la nación, por obra sobre todo del siervo de Dios Félix Varela”.
Esta visita de Benedicto XVI no es una sorpresa para la Iglesia cubana que lleva tres años preparando el año Jubilar Mariano.
La primera invitación al papa para visitar Cuba en el marco del Año Jubilar la hicieron los obispos, en la visita ad limina de 2008. Le llevaron una imagen réplica de la ermita del Cayo de la Virgen que el Papa bendijo y se hicieron una foto con el papa y con la imagen.
Como parte de los preparativos se han dado pasos en la ejecución de varios templos: el proyecto de la ermita en el Cayo de la Virgen espera la aprobación para iniciar su ejecución y la construcción del templo de Barajagua ya va avanzada. También se realizan mejoras en el santuario de El Cobre y se ha establecido una ruta de peregrinos bajo el nombre “El Camino de la Virgen” con varios ‘pasos’ por los lugares que recorrió la imagen original, después de su hallazgo en 1612, hasta su llegada al santuario actual, situado a unos quince kilómetros de Santiago de Cuba.
Estos quince kilómetros serán los que posiblemente recorra la caravana del papa, por carretera, al acudir Benedicto XVI a El Cobre, desde Santiago, como peregrino de la Caridad.
Monseñor García Ibáñez ha indicado que en su archidiócesis ya se han realizado los necesarios contactos con las autoridades provinciales “y están muy dispuestas a colaborar por el éxito de la visita”.
La Iglesia en Santiago ha creado una comisión diocesana “compuesta casi mitad y mitad por personas que tuvieron responsabilidades en la visita de Juan Pablo II y por jóvenes comprometidos que tienen responsabilidades en la pastoral diocesana”, dijo el arzobispo. “Ya tenemos un esbozo de lo que queremos y estamos esperando”, añadió.
Por Araceli Cantero Guibert