WASHINGTON, lunes 13 febrero 2012 (ZENIT.org). – Los obispos de Estados Unidos señalaron que la nueva propuesta hecha por el gobierno del presidente Barack Obama, con respecto a la cobertura de los abortivos, la esterilización y la anticoncepción «continúa entrometiendo al gobierno innecesariamente en la gestión interna de las instituciones religiosas, y es una amenaza de coerción hacia las personas y grupos religiosos a violar sus convicciones más arraigadas».
La propuesta de Obama se produjo después de una condena enérgica y generalizada ante el anuncio del 20 de enero pasado, de que los empleadores deben incluir abortivos en los planes de salud que ofrecen a sus empleados como parte de una «atención preventiva».
«Los obispos católicos han apoyado durante mucho tiempo el cuidado de la salud para todos como afirmación a la vida, y los derechos de conciencia de todos los involucrados en el complejo proceso de la atención sanitaria”, afirma la declaración de los obispos. «Por eso hemos planteado dos objeciones serias a la regulación de los ‘servicios de prevención’, lanzados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos en agosto de 2011,» [y confirmada el 20 de enero.]
«Todos los demás ‘servicios de prevención’ previenen enfermedades y el embarazo no es una enfermedad «, dijeron. «Por otra parte, obligar a los planes de seguro a cubrir abortivos viola las actuales leyes federales de conciencia. Por lo tanto, hemos pedido la anulación total de la propuesta enviada».
Los prelados también expresaron su oposición a la carga que pesa sobre la conciencia de los «aseguradores que se ven obligados a emitir pólizas de cobertura incluyendo esta cobertura; los empleadores de las escuelas están obligados a patrocinar y subsidiar la cobertura».
«Por lo tanto instamos a la HHS, que si insiste en mantener la propuesta, permita la objeción de conciencia para todos estos grupos, y no solo al pequeño grupo de ‘empleadores religiosos’ a los que el HHS inicialmente propuso eximir».
En el comunicado se explica lo que la propuesta del presidente implica. «En primer lugar, se ha decidido mantener la propuesta nacional de la HHS sobre la cobertura del seguro para la esterilización y la anticoncepción, incluyendo algunos abortivos. Esto no es legal y sigue siendo un problema moral grave. No podemos dejar de repetir esto, aun cuando muchos quieren centrarse exclusivamente en la cuestión de la libertad religiosa”.
«En segundo lugar, el presidente anunció algunos cambios en la forma en que la propuesta deberá ser administrada, que sigue siendo poco clara en los detalles».
Los obispos dijeron que un estudio preliminar de la propuesta indica que eso “podría obligar aún a todos los aseguradores a incluir la cobertura de estos servicios inaceptables en todas las políticas que suscriban. En este punto, pareciera que las diversas compañías de seguros religiosas, no estuvieran exentas de esta propuesta. Esto llevaría a los empleadores religiosos a declarar que no ofrecen dicha cobertura. Sin embargo, el empleado y la aseguradora por separado pueden acordar que se añada esa cobertura. El empleado no tendría que pagar ninguna cantidad adicional para obtener esta cobertura, y la cobertura podría ser ofrecida como una parte de la política del empleador, y no como una cláusula adicional».
Los obispos de Estados Unidos dijeron que estos cambios necesitan un «análisis moral cuidadoso y que estén sujetos a cierto grado de cambio».
«Pero –afirmaron–, se observa en primer lugar la falta de una clara protección de las principales partes interesadas y esto debe corregirse. Y en el caso de que el empleado y la aseguradora estén de acuerdo en añadir esta cobertura inaceptable, tal cobertura todavía se proporciona como parte del plan objetado por el empleador, financiado de la misma manera como el resto de la cobertura. Esto también suscita graves preocupaciones morales».
Los obispos dijeron que parte de la propuesta de Obama está escribiéndose y que otros elementos sólo han sido explicados oralmente.
«Nosotros, por supuesto, seguimos presionando por la máxima protección de la conciencia que podamos obtener del Poder Ejecutivo. Sin embargo, lejos de los datos, observamos que la propuesta de hoy continúa entrometiendo al gobierno en el manejo interno de las instituciones religiosas. En una nación basada en la libertad religiosa como principio fundador, no deberíamos vernos limitados a negociar dentro de estos parámetros. La única solución a este problema de libertad religiosa es que el HHS anule la propuesta de estos cuestionables servicios».
Traducido del inglés por José Antonio Varela V.