ROMA, viernes, 17 de febrero 2012 (ZENIT.org) – El arte como instrumento privilegiado para la nueva evangelización. A partir de esta premisa, son varios los proyectos que realiza actualmente la Iglesia católica para promover el diálogo, nunca interrumpido, entre arte y fe. Entre estos se encuentra «Una puerta hacia el infinito. El hombre y el Absoluto en el arte», patrocinado por la oficina para las comunicaciones sociales del Vicariato de Roma, en colaboración con el Pontificio Consejo de la Cultura.
El proyecto, que comenzó en diciembre de 2011, continúa con una nueva cita en la basílica de Santa María de Montesanto, iglesia de los artistas en Roma, titulada: «En diálogo: Fe y artes visuales», que se inaugura este sábado 18 de febrero, memoria litúrgica del beato Angélico, patrón de los artistas.
Entre los invitados a la conferencia está monseñor Timothy Verdon, director de Arte Sacro y Patrimonio Cultural de la archidiócesis de Florencia, considerado uno de los historiadores vivos más grandes de arte, quien habló con ZENIT.
La reunión del sábado será una ocasión para celebrar la memoria del beato Angélico, el santo pintor dominicano que Juan Pablo II señaló como un ejemplo para todos los artistas. ¿Por qué, aún hoy, podemos considerarlo así?
–Timothy Verdon: Definitivamente para los artistas de lo sagrado, el Angélico es un modelo más actual que nunca. Incluso Vasari dice, en una biografía del siglo XVI, describiendo algunos “testimonios”, que este artista no iniciaba su tarea de pintar sin haber rezado primero. Incluso a menudo, cuando representaba una escena de la pasión de Cristo llegaba al punto de conmoverse hasta bañar sus mejillas con lágrimas. Por lo tanto, Fra Angelico fue un artista que se identificaba profundamente con el tema que pintaba. Podemos considerarlo, por tanto, un ejemplo para todos aquellos que tienen un acercamiento al arte sagrado.
¿El beato Angélico puede ser considerado un modelo también para los artistas que no creen?
–Timothy Verdon: Sí, el beato Angélico es un modelo para los no creyentes, porque como artista siempre ha tratado de profundizar en el estudio de la forma, en la estética y en el contenido, hacia una comprensión más profunda del ser humano. El mismo Juan Pablo II en su Carta a los Artistas, insistía en que aún cuando el arte contemporáneo parece alejadísimo de los principios de la fe, si es auténtico y representa una verdadero estudio del hombre sobre las preguntas últimas, tiene un valor espiritual y puede servirle a la Iglesia.
¿Qué hace todavía innovador al arte del beato Angélico?
–Timothy Verdon: El Angélico fue un artista que aún trabajando en un encargo habitual, tuvo el coraje y la imaginación para aplicar las innovaciones estilísticas más fascinantes de su tiempo a los temas sagrados. Ha creado un estilo innovador, que realizó una síntesis, no solo exterior, de la tradición y de lo moderno, o sea de aquello que abre nuevos horizontes para la imaginación.
Entonces fue un artista que resumió en su obra el diálogo entre «Fe y Artes Visuales», que es el título del evento. ¿Cuán favorable ha sido en la historia la relación entre el arte y la fe?
–Timothy Verdon: Este diálogo ha sido crucial no sólo para el arte cristiano: en las civilizaciones antiguas, de hecho, el arte nace y se desarrolla en un contexto de culto y religioso. En el cristianismo, el arte asume la tarea de hacer visible la imagen del Dios invisible. Adquiere, por tanto, una dimensión más profunda, que se presenta en analogía directa con aquel que de Verbo expresivo se ha convertido en Verbo encarnado y visible. La relación entre el arte y la fe no es una de las muchas relaciones importantes, sino es la relación fundamental.
¿En el arte contemporáneo se ha perdido este tipo de aproximación o aún se puede considerar al arte como un vehículo para llevar al hombre a Dios?
–Timothy Verdon: El arte será siempre un medio para descubrir la grandeza de Dios a los seres humanos, por el hecho de que el talento artístico viene de Él. Incluso los artistas no creyentes, en alguna manera reconocen no ser creadores de su propio talento, sino haberlo recibido como un regalo de Él. Hoy en día todo esto es más difícil porque el artista, al igual que todos nosotros, vive en una sociedad secularizada, alimentado ocasionalmente y de manera inadecuada de contenidos religiosos, sin ser ayudado por la misma Iglesia a comprender el significado de su vocación.
¿Qués problemas afrontan los artistas contemporáneos?
–Timothy Verdon: Creo que uno de los principales problemas es precisamente aquello del lenguaje artístico con el cual expresar las cosas que cada uno percibe en su interior. La tentación para muchos, de hecho, es dedicarse al arte sagrado replegándose hacia lenguajes del pasado. Por otro lado, los lenguajes contemporáneos son difíciles de aplicar debido a que surgen en contextos alejados de la Iglesia, a menudo con fines antitéticos a los del arte sacro.
Por Salvatore Cernuzio
Traducción del italiano por José Antonio Varela V.