CIUDAD DEL VATICANO, lunes 27 febrero 2012 (ZENIT.org).- El tema de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 7 al 28 octubre de 2012, y que se expresa en la fórmula “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, en la historia de los sínodos tuvo, en cierto sentido, un precedente en la Tercera Asamblea General Ordinaria celebrada del 27 de setiembre al 26 octubre de 1974 sobre “La evangelización en el mundo moderno”.
Esto fue recordado por el secretario general del Sínodo de los Obispos, el arzobispo Nikola Eterović, en la intervención inicial de la Séptima Reunión del XIII Consejo Ordinario de la Secretaría General.
No se trata de una simple coincidencia cronológica o temática, sino más bien de un signo de continuidad en la atención de la Iglesia a la predicación del evangelio. Por esta razón, se encuentran valiosas sugerencias para su misión en el mundo de hoy en la Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, resultante de aquella III Asamblea. El secretario general ha puesto de relieve los estrechos vínculos que la unen al Concilio Vaticano II, a través de los textos conciliares presentes citados en el mismo documento postsinodal.
La reunión, que contó con la participación de algunos cardenales, arzobispos y obispos miembros del consejo ordinario de la Secretaría General, tuvo como objetivo principal de la agenda de trabajo examinar el borrador del Instrumentum laborisde la próxima XIII Asamblea General Ordinaria, cuyo texto ya había sido enviado a los miembros con anticipación. Ha sido un intercambio de ideas en asamblea plenaria y luego en dos grupos en inglés e italiano, cuyas respectivas conclusiones fueron confrontadas en la plenaria conclusiva.
Las partes del borrador que llamaron más la atención fueron las relativas a la estructura literaria del texto y los complementos, que incluyen temas como la identidad de los destinatarios de la nueva evangelización, la identidad del cristiano en su relación con el evangelio y con Jesucristo que es el evangelio mismo. Especialmente rico fue el debate sobre la primacía de la fe en el presente momento histórico, marcado por la crisis de fe, que es también una crisis de la transmisión de la fe misma. Se ha hablado de la "esterilidad de la evangelización actual", con presencia de ciertas influencias de la cultura contemporánea que hacen especialmente difícil la transmisión de la fe y representan al mismo tiempo un desafío para los cristianos y para la iglesia. En este sentido, el anuncio del Año de la Fe será una buena oportunidad para profundizar en el don de la fe recibido del Señor para vivirlo y transmitirlo a los demás.
Se ha indicado a la familia como el lugar originario para la transmisión de la fe, donde la fe viene comunicada a los jóvenes que, en la experiencia de la familia, aprenden tanto el contenido como la práctica de la fe cristiana. La obra insustituible de la familia se prolonga en la catequesis desarrollada en las instituciones eclesiales, sobre todo a través de la liturgia, con los sacramentos y con la predicación. También dando espacio a las misiones parroquiales, a la piedad popular, a los movimientos y a las comunidades eclesiales.
El secretario general agradeció a los miembros del Consejo elegidos en la XII Asamblea General Ordinaria su trabajo en favor de la colegialidad episcopal, y la indispensable colaboración con la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, como servicio prestado al ministerio del santo padre Benedicto XVI . Los trabajos se concluyeron con el Ángelus y la invocación a la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, Estrella de la Evangelización, a fin de que los trabajos del próximo Sínodo se desarrollen de modo fructífero en la memoria del Concilio Vaticano IIy en la fidelidad al evangelio para la transmisión de fe.