Católicos de distintas realidades eclesiales y formas de vida están evangelizando en internet desde hace algún tiempo. Sobre todo, a raíz de que el papa comenzó a tuitear, han cobrado mayor actividad si cabe, y con la dedicación de su último mensaje, centrado en las redes sociales, para la XLVII Jornada Mundial de Comunicaciones Sociales. iMisión es uno de los proyectos que ya está en marcha y hablamos con su equipo de coordinadores, que actualmente son siete. Ofrecemos a los lectores la segunda parte de esta entrevista colectiva y mañana daremos la última.
Hermano Daniel Pajuelo, religioso Marianista: @smdani
¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de la misión evangelizadora de la Iglesia a través de las redes sociales, y en general de internet?
–Hno. Daniel Pajuelo: Los cristianos anunciamos a la persona de Jesús, invitamos al encuentro personal con Él porque en la relación con el Señor está nuestra plenitud, vivir en comunión con Dios y los hermanos. No tenemos otra manera de transmitir la fe que entrar en relación, por eso en cierta manera, todo cristiano está llamado a ser un comunicador, y aún diría más, a ser un amigo, incluso de aquellos que le odian. Estamos llamados a reproducir la imagen de Cristo, también en nuestras relaciones. De esta manera llegamos a ser mediadores de su gracia, y las personas pueden llegar a conocerlo. En la era de la Red, donde las relación se desarrollan en el mundo físico y digital, este nuestro punto fuerte, pues la Iglesia lleva más de 2000 años siendo sacramento, mediación del encuentro con el Señor.
En las Redes Sociales lo importante no son tanto los contenidos como las relaciones que se establecen, se valora sobretodo la amistad, el encuentro y el diálogo. No se trata tanto de ofrecer información (aunque los contenidos no dejan de ser importantes) como de compartirse y acoger al otro. Cristo así lo hizo. Asumiendo la condición de hombre, pasando por uno de tantos, compartió su vida, la vida misma de Dios, con nosotros. En Él recibimos el ser hijos y somos acogidos en el seno mismo de la Trinidad. La Iglesia prolonga en la historia la acción redentora de Cristo, porque ella misma es su Cuerpo, también en la era de la Red. Un católico no deja de serlo en las Redes Sociales, por eso su presencia puede ser fermento de comunión, sus relaciones cauce de la gracia, su testimonio un signo que haga creíble el anuncio.
El papa, en su último mensaje para la 47 Jornada de las Comunicaciones Sociales, nos recuerda que la Red facilitará la comunión sólo si nos esforzamos por ser auténticos. En las Redes Sociales es fácil esconderse en el anonimato, disimular la fe, o incluso construirse un (o varios) alter ego. Y he aquí, a mi modo de ver, la tentación más peligrosa para el cristiano, la de relegar la vivencia y la expresión de la fe al ámbito privado, o la de proyectar un alter ego desequilibrado que poco tiene que ver con la verdad de nosotros mismos. En el primer caso se sucumbe ante la ideología laicista, que considera insultante toda manifestación pública de la religión, y en la segunda nos hacemos esclavos de la mentira, terreno donde no puede germinar la gracia. Por eso un consejo básico para alguien que se inicia en Twitter, en Facebook, o en la blogosfera, es utilizar su nombre real, poner su foto en el perfil, junto a una sencilla y honesta presentación de sí mismo. Iniciar esta andadura exige honestidad y cultivar el espíritu de autocrítica, estando siempre atentos a la tentación de alimentar nuestro ego con proyecciones fantasiosas de nuestra autoimagen.
¿Es la juventud el principal motivo por el que la Iglesia ha de estar presente en Twitter?
–Hno. Daniel Pajuelo: Sin duda en estos momentos los jóvenes son mayoría, pero es cuestión de tiempo que personas de todas las edades participen de esta manera de comunicarse. La Iglesia no deberíamos descuidar a ninguno. Muchos adultos descubren que los supuestos bajo los que vivieron su juventud estaban basados en mentiras, y se abre en ellos un deseo de verdad. A través de las Redes Sociales buscan el sentido de sus vías, en medio de todo el ruido mediático la Red permite afinar el oído entrando en relación con personas que ofrecen respuestas de sentido. No podemos dejar de ser luz y acogida de aquellos que guiados por la recta conciencia buscan al Dios verdadero.
¿Y para Facebook y otras redes se ha pensado algo parecido?
–Hno. Daniel Pajuelo: Twitter hoy por hoy es la red más neutral, abierta e interactiva de todas y por ello es el ámbito donde más fácilmente se puede entrar en relación. Facebook tiende a generar comunidades más cerradas y la interacción tú a tú es más complicada pues los contenidos están jerarquizados, ya sea porque pertenecen a un perfil personal o a una página. Sin embargo Facebook sigue siendo un espacio de encuentro y relación. Nosotros mantenemos una presencia discreta pero muy activa a través de nuestra página: https://www.facebook.com/iMision. Aquí nuestros esfuerzos se centran más en ofrecer contenidos que generen comentarios y puedan ser compartidos. Nuestra preocupación no es tanto el alcance de estos contenidos (objetivo del marketing) como el descubrir que hay otras personas en la Red que comparten mis inquietudes misioneras. Nuestro deseo es que estas personas entren en contacto las unas con las otras. Como he explicado antes esto es mucho más fácil de conseguir en Twitter.
¿Hay algún estudio preliminar realizado por ustedes que justifique esta misión suya en Twitter?
–Hno. Daniel Pajuelo: Por nosotros no, pero hay bastantes sondeos que muestran su impacto. Tiene más de 600 millones de usuarios, y en España, según un estudio de la consultoría Nielsen, durante el mes de mayo de 2012 alcanzó los 5,3 millones de usuarios. Esto supone un crecimiento del 162% con respecto al año anterior. Creo que muchos adolescentes que están en Tuenti migran con la edad a Twitter, donde encuentran un espacio mucho más abierto, tienen la posibilidad de seguir a celebridades (políticos, deportistas, cantantes), y pueden interactuar a nivel social por medio de los Trending Topic. Si nos ceñimos a las estadísticas Facebook y Tuenti son las más usadas en España, pero como ya he explicado no ofrecen la misma neutralidad, apertura e interacción que Twitter.
En cualquier caso, lo que ha sido decisivo para hacer esta opción es que iMisión nació de un encuentro que tuvimos la hermana Xiskya y yo en Twitter. En esta Red se gestó el proyecto con aportaciones de nuestros seguidores. Tampoco es casualidad que todos los miembros del staff de iMisión tengan presencia activa en Twitter. Nuestro objetivo no es estar en el mayor número de redes sociales posibles, si no utilizar bien los medios disponibles hoy para tejer una red humana de católicos implicados en le Evangelización en Internet.
¿Cómo surgió la vocación específica de iMisión y cómo se está desarrollando actualmente?
–Hno. Daniel Pajuelo: Los que formamos el staff de iMisión somos católicos de todos los estados de vida, que tomamos con responsabilidad el cuidado de nuestra vida de fe y nuestro compromiso misionero. Todos pertenecemos a distintas comunidades eclesiales y en ellas se ha gestado y vamos discerniendo nuestra vocación de evangelizadores en Internet. Todos, de una manera o de otra, llevamos años en el mundo de las comunicaciones: radio, blogs, prensa y redes sociales.
Yo me formé para la misión en mi congregación como ingeniero informático. He trabajado en la pastoral con jóvenes, Proyecto Hombre, en la pastoral de prisiones y como profesor en la ESO. Todo esto
me ha hecho mucho más cercano a las esperanzas y sufrimientos de nuestros contemporáneos. De niño me gustaba la informática, y cuando en 1995 me conecté por primera vez a las newsgroups (una especie de foros de la más primitiva internet) comprendí ya, que el mundo se estaba haciendo mucho más pequeño, interconectado, y que esto supondría una oportunidad y un reto para el anuncio del Evangelio. A finales de los 90 fundé el portal Ágora Marianista (www.marianistas.org) donde aprendí a trabajar en equipo, y a poner la informática al servicio del encuentro entre las personas. Signo de ello fueron y siguen siendo sus foros (http://foros.marianistas.org), tecnología precursora de lo que hoy son las redes sociales. Ahora vivo en Roma donde me preparo para el sacerdocio. Roma es el centro neurálgico del catolicismo, lo cual me ha permitido ponerme en contacto con muchas personas y conocer otros proyectos en la línea de la Evangelización en internet. Un hito significativo en la maduración de esta vocación fue el Vatican Blog Meeting de 2011, encuentro organizado por el Vaticano, al que fuimos invitados 150 blogueros de todo el mundo. Allí pude sentir el más tierno abrazo de la Iglesia a esta realidad emergente, lo cual supuso para mí y creo que para la mayoría de nosotros, un impulso misionero.
Fue en junio de 2012, en un encuentro por Twitter, con la hermana Xiskya, donde descubrimos que compartíamos las mismas inquietudes en este campo. Los dos sentíamos la llamada a compartir nuestros dones para responder a este reto. Estuvimos profundizando en ello durante los dos meses de verano, discerniendo los caminos con nuestros superiores. Finalmente en septiembre de 2012 se puso en marcha el proyecto. La acogida y la rápida expansión fue para nosotros la confirmación de que íbamos por buen camino.
¿Qué referentes o modelos tiene su proyecto respecto de otros que llevan más tiempo, o estáis siendo innovadores?
–Hno. Daniel Pajuelo: Mis referentes más que proyectos son personas. Una de ellas es nuestro papa Benedicto XVI, que nos anima siempre a establecer el diálogo fe-razón, a formarnos bien y dar cuenta de nuestra fe, a ofrecer una respuesta de sentido al hombre y la mujer de hoy que tienen sed de la verdad. El santo padre no es un hombre que rehuya las cuestiones candentes, siempre las afronta con serenidad, rigor y con un lenguaje cercano. Cuando leí por primera vez sus respuestas a Peter Seewald, en el libro La sal y el mundo, quedé maravillado y supe que había encontrado a un verdadero compañero en mi camino hacia la santidad.
Otro de mis referentes es el jesuita padre Antonio Spadaro, director de La Civilità Cattolica. Ha sido el primer teólogo que ha afrontado la reflexión sobre la inteligencia de la fe en el tiempo de la Red, que él llama Cyberteología. Su blog (www.cyberteologia.it) y el libro que ha publicado con el mismo título, son de lectura obligada para quien quiera comprender cómo la fe en su impulso cognoscitivo se encarna en una era en que la Red está cambiando nuestra forma de conocer, comunicarnos, pensar y vivir. Actualmente es consultor del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales.
La primera parte de esta entrevista se puede leer en: http://www.zenit.org/article-44403?l=spanish.