Benedicto XVI recibió hoy al presidente de Guatemala, Otto Pérez, en su estudio privado situado en el Palacio Apostólico. En la entrevista que duró unos 25 minutos el papa habló en italiano por lo que el presidente se valió de un intérprete.
El mandatario que viajó acompañado por su esposa, Rosa Leal de Pérez y su hija Lissette, le regaló al papa una escultura de la Virgen del Rosario, patrona de Guatemala, y un rosario de jade verde.
El presidente en entrevista concedida a ZENIT, indicó que le impresionó la paz espiritual del papa, que le confió cómo su renuncia fue un acto de responsabilidad. Y mostró su preocupación porque la emigración en Guatemala afecta profundamente a la familia. El papa le aseguró al presidente Otto Pérez que desde su retiro «seguirá orando por la paz de todo el mundo, de Centroamérica y de Guatemala».
¿Qué impresión le dio el papa Benedicto XVI?
–Presidente Pérez: Tuve la impresión de que el papa estaba muy firme en su decisión y consciente de la misma, además lo vi muy sonriente, muy alegre. El papa fue muy claro en los temas de los que hablamos, con una gran profundidad y con una gran tranquilidad. Lo sentí con mucha paz en su alma.
¿Le dijo algo sobre la renuncia?
–Presidente Pérez: Sus palabras fueron muy sabias, vi a un santo padre consciente de que fue una decisión difícil, pero como él mismo me dijo, era una responsabilidad que él tenía que asumir. Le dije que en un primer momento nos conmocionó pero que ahora le apoyamos en su decisión. Y me aseguró que desde su retiro seguirá orando por la paz en el mundo y en este caso por Guatemala.
¿Usted ya lo conocía antes?
–Presidente Perez: No había tenido la posibilidad, pero me sentí como si lo hubiera conocido, por su modo de ser, desde el primer momento de recibimiento, muy afable y sonriente. El papa me hizo sentir muy cómodo.
¿De qué temas hablaron?
–Presidente Pérez: Hablamos de los migrantes, de la defensa de la vida, de la lucha contra el hambre, y sobre la violencia especialmente la relacionada con el narcotráfico. El papa está muy enterado de la situación de Guatemala, de lo que está pasando y de la lucha que debemos tener en nuestro país.
¿O sea, paz interna y por los problemas de fronteras?
–Presidente Pérez: Es seguridad interna, pues por lo que se refiere a las fronteras no tenemos problemas, más aún, Centroamérica está caminando hacia una unificación.
¿Es verdad que el futuro papa ya ha sido invitado por Guatemala?
–Presidente Pérez: Así es, le dije que uno de los propósitos era la invitación. Él se sonrió y dijo que era algo que le tocaba al próximo papa.
¿Sobre la inmigración qué le dijo?
–Presidente Pérez: Que siempre ha sido una preocupación de la Iglesia. Que la mitad de los obispos de Estados Unidos son hispanohablantes y que las Iglesias en Estados Unidos han acompañado no solo la protección de los derechos de los migrantes, sino también en la parte legal y hasta se han preocupado para que en las Iglesias den cursos de inglés. Y de hecho es así, los migrantes guatemaltecos y latinoamericanos se sienten muy acompañados por la Iglesia en Estados Unidos y esa es la línea que el papa ha dado y que la Iglesia católica sigue.
¿Por qué la inmigración es una preocupación?
–Presidente Pérez: Nos dijo que ojalá en el caso de Guatemala hubiera menos migrantes porque este fenómeno desintegra la familia. Y el papa tiene toda la razón y es una de las luchas que nosotros hemos hecho para evitar la desintegración familiar. La única forma es logrando hacer crecer a nuestra economía y crear posibilidades de empleo.
Comunicado de la Santa Sede sobre la visita oficial
La Santa Sede hizo público el siguiente comunicado al término de la visita del presidente de Guatemala:
El Santo Padre ha recibido esta mañana a Otto Fernando Pérez Molina, Presidente de la República de Guatemala, que sucesivamente ha encontrado al cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados.
Durante los coloquios se ha manifestado satisfacción por las cordiales relaciones entre la Santa Sede y el Estado guatemalteco, así como aprecio por la contribución particular que ofrece la Iglesia en el desarrollo del país, sobre todo en los sectores de la educación, de la promoción de los valores humanos y espirituales y en actividades sociales y caritativas, como se ha hecho patente, entre otras situaciones, durante el reciente terremoto che ha afectado al pueblo guatemalteco.
A lo largo de las conversaciones se ha constatado la necesidad de proseguir la colaboración para resolver los dramas sociales de la pobreza, del narcotráfico, de la criminalidad organizada y de la emigración. En fin, se ha hablado también de la importancia de la defensa de la vida humana desde el momento de su concepción.