En el Colegio cardenalicio sólo el cardenal indio Moran Mor Baselios Cleemis Thottunkal, 54 años, es más joven que él.
Está considerado un teólogo sólido y moderno. Han escrito de él que es «una de las voces más representativas del pensamiento teológico asiático», tanto que a los 40 años entró a formar parte de la Comisión Teológica Internacional.
Según la agencia británica Reuters: «Tiene el carisma de Juan Pablo II y al mismo tiempo la estatura teológica de Benedicto XVI que lo ha querido en la Comisión Teológica Internacional».
Con 44 años fue nombrado obispo de Imus, donde ha organizado una jornada asiática de la juventud con miles de jóvenes procedentes también de Kazajistán, de Tayikistán, de Turkmenistán, de Laos, Nepal, Timor Oriental y Camboya.
En 2005, con 48 años, fue el obispo más joven en formar parte del Sínodo de la Eucaristía, y fue elegido para el Consejo postsinodal
En octubre de 2011, el papa Benedicto XVI, lo nombró arzobispo metropolita de Manila.
En esa ocasión, el padre Fabio Motta, misionero del PIME (Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras), ya estudiante de monseñor Tagle que enseñaba en el seminario internacional del PIME de Tagaytay, escribía en Mission on line: «¡No podéis imaginar mi felicidad! Debo mucho a monseñor Tagle, su pasión por el anuncio de la Palabra, su estilo en el hacerse cercano a las diferentes situaciones sociales, la aguda lectura de lo vivido por la gentes, el coraje de no dar marcha atrás frente a los desafíos que llaman siempre a las puertas de la Iglesia… Tengo todavía todo muy vivo en mí y su ejemplo orienta muy a menudo mis decisiones en Guinea. Estoy seguro de que hará mucho bien en Manila donde tendrá que desempeñar un rol institucional también difícil. Será interesante seguirlo en sus primeros pasos».
Monseñor Tagle es una personalidad muy querida en Filipinas. Brillantísimo en la comunicación. Su transmisión televisiva en The Word Exposed, donde comenta las lecturas dominicales, es muy seguida. Sus reflexiones publicadas en Facebook suscitan un interés cada vez mayor.
Nacido en la capital filipina, estudió en el Seminario de San José para inscribirse después en la Universidad Ateneo de Manila. A los 25 años se ordenó sacerdote. Estuvo en Estados Unidos donde estudió en la Universidad Católica Americana, y obtuvo el doctorado en teología. Entre 1985 y 1992, se mudó a Roma, para profundizar los estudios.
Su abuelo y su madre son de origen chino. Gokim es el apellido de la madre china.
En una entrevista concedida a Mundo y Misión contaba: «Mi abuelo era de origen chino, cuando llegó a Filipinas se convirtió al cristianismo. Era un hombre bueno, pero no era el clásico católico pío, había conservado mucho también de la ética budista y confuciana. Pero era un hombre maravilloso, era más puro que muchos otros creyentes, más honesto y más justo. (…) Yo creo que hay granos de verdad y signos reales de la gracia salvífica del Señor en personas como mi abuelo».
En el reciente Sínodo de los Obispos, sobre el tema de la nueva evangelización, monseñor Tagle mostró dotes de alegría y brillantez.
En la conferencia en la Sala de Prensa del Vaticano, en la que participó el 26 de octubre del 2012, en calidad de vicepresidente del Mensaje del Sínodo de los Obispos, «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana», el arzobispo de Manila mostró ser alegre y brillante.
A la pregunta sobre cómo valoraba la emigración de tantos conciudadanos respondió explicando que, por una parte, lo sentía mucho por tantos jóvenes que dejaban Filipinas, por otra parte se mostró muy confiado por el hecho de que siendo en su mayoría creyentes llevarán el cristianismo por el mundo.
De una forma inesperada, durante el Sínodo de octubre, el pontífice Benedicto XVI anunció el nombramiento de seis nuevos cardenales entre estos, Luis Antonio Gokim Tagle, el cual en el momento de entrega del birrete cardenalicio no pudo contener las lágrimas.
En su primer libro en italiano, que saldrá en Italia en Pascua, titulado Gente de Pascua. La comunidad cristiana, profecía de esperanza (Emi) el cardenal Tagle invoca el «sueño» de alimentar la esperanza y recuerda que, como Jesús al incrédulo Tomás, «también nosotros tendremos apoyo».
En la conclusión del libro, reportada por Gian Guido Vecchi en el Corriere de la Sera, Tagle escribe: «Aprended del pueblo, de los olvidados, de vuestros vecinos. Recordad que nuestro modo de decir ‘Dios’ no es el único. Aprended de ellos. Aprended de las víctimas de la violencia y dolores sin sentido. Aprended cómo dicen ‘Dios’ en la esperanza. Aprended que los que son empujados al límite de la paradoja de decir ‘Dios’, los que a veces no lo dicen pero tampoco lo olvidan nunca. Aprended de ellos. Nosotros debemos seguir diciendo ‘Dios’ con todas las alegrías, los dolores y los riesgos que conlleva. Continuad diciendo ‘Dios’ con el silencio que el misterio crea y evoca. Continuad diciendo ‘Dios'».
Con una población estimada de unos 94,8 millones de habitantes en enero de 2013, según estimaciones del Banco Mundial, Filipinas es el duodécimo estado en el mundo. Sin contar los once millones de filipinos que viven en el extranjero. El crecimiento demográfico está entre los más altos de todo el sudeste asiático. Filipinas es uno de los países de Asia de más antigua evangelización y mayoría cristiana (el otro es Timor Oriental). El 94% de la población es de fe cristiana y de éstos el 81% son católicos. En torno al 5% de la población filipina es de religión musulmana.