A las 16,49 de hoy, el helicóptero que portaba al papa emérito Benedicto XVI de vuelta, tras dos meses en Castel Gandolfo, mientras se hacían obras en su residencia definitiva, aterrizó en el helipuerto de la Ciudad del Vaticano.
Su santidad Benedicto XVI ha permanecido 62 días en la residencia de descanso de los papas, en los alrededores de la capital italiana, desde que concluyera su pontificado el pasado 28 de febrero.
En el recibimiento al papa emérito estaban presentes en el helipuerto el secretario de Estado Tarcisio Bertone, el cardenal decano del Colegio Cardenalicio Angelo Sodano y el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Gobernatorado, además de Angelo Becciu sustituto de la Segretaría de Estado, monseñor Dominique Mamberti, «ministro» de Exteriores y monseñor Giuseppe Sciacca, secretario del Gobernatorado.
El papa Francisco tenía previsto acoger a su predecesor en el monasterio Mater Ecclesiae donde residirá el papa emérito Ratzinger.
El monasterio Mater Ecclesiae, ha sido reestructurado tal como recordó recientemente el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano, que había recordado que Joseph Ratzinger era una persona de edad avanzada pero no tenía ninguna enfermedad.
Desde esta tarde el papa emérito residirá en este monasterio (ver: http://www.zenit.org/es/articles/el-lugar-de-retiro-del-papa-en-el-vaticano) reestructurado para acogerle en su nueva vida dedicada a la oración y la reflexión, como el mismo anunciara tras renunciar al pontificado. Con el residirán su secretario y prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gaenswein, y las cuatro laicas consagradas memores Domini, que lo acompañaron en los últimos años.
Desde el helipuerto Benedicto XVI se trasladó en automóvil hasta el monasterio, donde fue recibido por el papa Francisco hacia las 16,50. El pontífice dio la bienvenida al papa emérito «con gran fraternidad y cordialidad», informó hoy la Sala de Prensa vaticana. Juntos se trasladaron a la capilla del monasterio «para un breve momento de oración».
Come se recordará, Benedetto XVI se había trasladado el 28 de febrero a Castel Gandolfo, mientras se iniciaba el periodo de Sede Vacante. Durante su estancia en la residencia de descanso de los papas, recibió el pasado 23 de marzo, la visita de su sucesor Francisco, mientras esperaba que finalizaran las obras de remodelación de su nueva residencia.
«Ahora se siente contento de regresar a El Vaticano, al lugar en el que desea dedicarse, como el mismo lo anunció, el 11 de febrero pasado, al servicio de la Iglesia, sobre todo con la oración», puntualiza el comunicado vaticano.
A su llegada a Castel Gandolfo, el papa emérito hace dos meses había saludado a los numerosos fieles reunidos allí para acogerle, difiniéndose como «un sencillo peregrino», llegado a la última etapa de su existencia, pero siempre cercano a la Iglesia con el corazón, el amor y la oración.