El papa Francisco se encontrará mañana 8 de mayo con 800 religiosas procedentes de 75 países diferentes, que entre el 3 y el 7 de mayo han participado en la Asamblea Plenaria de la UISG, Unión Internacional de Superioras Generales, celebrada en Roma. El encuentro tendrá lugar en la Sala Pablo VI antes de la Audiencia General. Las delegadas representan a 1.900 órdenes y congregaciones femeninas, una parte importante de la Iglesia que suma en torno a 700.000 religiosas en los cinco continentes.
"Estamos viviendo en un tiempo de caos, de noche, de oscuridad. ¿Cómo podemos ir hacia adelante con esperanza cuando estamos tentados de ceder al desaliento? El caos es potencialmente un bien, pero estamos dispuestos a acogerlo?" Lo ha afirmado sor Mary Lou Wirtz, presidenta de la UISG, cuya XIX Asamblea Plenaria ha reflexionado sobre el "servicio de la autoridad según el Evangelio".
Para sor Wirtz, las religiosas están enviadas "a salir de la conformidad porque es estar al servicio de los otros. El papa Francisco hablando de las mujeres ha dicho que ellas fueron los primeros testigos de la resurrección. Juntos buscamos respuestas para mirar al futuro creciendo en el trabajo lento de Dios, mientras a menudo quisiéramos ver y hacer con rapidez y de inmediato".
Diferentes en carisma y en cultura, las hermanas de la UISG están unidas por una identidad que sienta sus raíces en la secuela de Cristo a través de la vida religiosa. Y es precisamente la organización de la vida comunitaria lo que ha estado en el centro de los trabajos de estos días, con una atención particular al ejercicio de la autoridad.
En declaraciones a la agencia SIR, sor Arregui, secretaria ejecutiva de la UISG ha dicho: "hemos elegido este tema porque implica directamente a los miembros de la UISG: son todas superioras generales de las respectivas Congregaciones religiosas apostólicas femeninas. Y además porque se trata de un tema clave de la renovación postconciliar que la UISG busca promover. La vida religiosa, así como sucede más en general en toda la Iglesia, tiene la tendencia a adaptarse a la realidad social dentro de la cual se encuentra, y a menudo en el mundo vemos el ansia de poder en quien ejerce la autoridad y asistimos a luchas por el control del liderazgo".
Sor Arregui se ha manifestado convencida de que el rol de las religiosas debe cambiar. "En el momento en el que las mujeres se convencen de su igual dignidad y disponen de una preparación igual --a veces superior- a la de los hombres, está claro que deben ser llamadas a roles de mayor responsabilidad".
Según sor Mary Pat Garvin, educadora y consultora para las congregaciones religiosas en el ámbito de la formación, "la misión de liderazgo consiste y siempre ha consistido, en asumir la mente y el corazón de Jesús, guiando nuestras congregaciones así como Jesús ha guiado a sus discípulos, como un compañero de gracia. Ser 'compañeros' de gracia, relacionarse con nuestros miembros así como Jesús se relacionaba con sus discípulos para realizar el sueño de Dios, el reino de Dios: esto ha sido el constante compromiso de nuestras congregaciones". Y añadió: "hoy más que nunca se ha renovado un interés por explorar el potencial de la autoridad religiosa para promover y apoyar el compromiso de nuestras congregaciones por nuestro carisma y nuestros valores fundamentales".
Finalizó señalando que salen de esta Asamblea Plenaria "cada vez más confiadas en que nuestra misión, modelada por la de Jesús, apoyará y ayudará a nuestras hermanas mientras continuamos sirviendo al pueblo de Dios de formas nuevas y eficaces. Este es el liderazgo al que estamos llamadas".