"Una intervención militar no conduce a ninguna parte. Cada una de las partes involucradas deben entender que la crisis no se resolverá de la manera que deseen. Todos son perdedores y nadie es vencedor, y nunca lo será".
El padre Nawras Sammour, responsable para el Oriente Medio y África del Norte del Servicio Jesuita para los Refugiados, condena una posible acción militar en Siria. Al teléfono con Ayuda a la Iglesia Necesitada de Damasco, el clérigo nacido en Aleppo declara que "un ataque llevaría sin duda a un aumento en la violencia: una terrible escalada que se extendería a los países vecinos, contagiando a toda la región de Oriente Medio. Para el jesuita, la crisis es demasiado compleja como para ser resuelta mediante una operación militar, de la que nadie puede predecir los resultados a largo plazo.
Mientras tanto en la capital siria, a menudo sin electricidad, "todo el mundo vive en espera, a pesar de que la vida sigue más o menos igual que antes de la amenaza de la guerra". No existe una opinión unánime sobre la posibilidad de una intervención, pero muchos han comenzado a abastecerse de alimentos y en las últimas dos semanas los que tuvieron la oportunidad prefirieron abandonar el país. "Quien, como yo, quiere en cambio permanecer en Siria, evita ir al extranjero por temor a ser bloqueado debido a las hostilidades. Junto con algunos hermanos nos cancelaron un viaje al Líbano por esta razón". Los jesuitas atienden a más de 17 mil familias sirias, el 80% de las cuales son musulmanas.
Cercanía del papa
Las palabras del papa Francisco son un gran consuelo para los cristianos. "El llamado del santo padre ha sido excelente", dice el padre Sammour, explicando que también en Siria serán muchos los que cumplirán con el día de ayuno convocado por el papa para el 7 de septiembre. En la casa de los jesuitas en Damasco se iniciará con las vísperas mañana por la noche. "Ahora más que nunca necesitamos oraciones", añade el religioso, alabando las muchas iniciativas de la Iglesia universal para promover la paz, tal como la semana de oración organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que también se adhiere a ayunar el próximo sábado.
En referencia a las respuestas de diversos líderes del mundo, el jesuita sirio dijo que "el lenguaje del papa Francisco es entendido por cualquier persona que defiende los valores de la paz y la integración, y afortunadamente muchos sirios aman y respetan a sus conciudadanos, sin importar credo o condición social. A pesar de esto, la información difundida por los medios de comunicación quiere mostrar todo lo contrario". El religioso critica a los medios, "siempre a la caza de los extremistas", y opone a estos el valioso trabajo de la Iglesia, que trata de dar voz al deseo de unidad de la "mayoría silenciosa" de la nación .
Esperando a ver qué va a pasar en los próximos días, el padre Sammour le pide a la comunidad internacional de mirar a su país con menos superficialidad. "Siria no es un mapa en Google Earth. No es un territorio para invadir o ser puesto en libertad. No es solo un lugar, sino un hermoso mosaico. Siria es ante todo un conjunto de personas: los sirios. Y espero que este último se tenga en cuenta".
"Ayuda a la Iglesia Necesitada", Fundación de derecho pontificio fundada en 1947 por el padre Werenfried van Straaten, destaca como la única organización que implementa proyectos para apoyar el ministerio de la Iglesia, allí donde se le persigue o no tiene los medios para cumplir con su misión. En 2012 había recaudado más de 90 millones de euros en los 17 países donde tiene presencia con oficinas nacionales y ha realizado más de 5.604 proyectos en 140 países.