Brasil: el papa envía contribución para asistir a hijos de encarcelados

La entrega Mons. Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia. El arzobispo de El Salvador: ‘es un gesto de afecto de Francisco’

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El Centro Nova Semente (nueva semilla), situado junto a la Penitenciaría del Estado en la localidad de Mata Escura (Bahía) recibió una donación de dinero enviada por el Pontífice. La entrega se realizó ayer lunes 4 de noviembre, durante la visita del presidente del Pontificio Consejo para la Familia, monseñor Vincenzo Paglia, el arzobispo de Salvador y primado de Brasil, Mons. Murilo Krieger.

Lo informó el programa brasileño de la Radio Vaticano, tras precisar que el dinero donado por el Vaticano, estaba destinado a la construcción de una nueva obra social en Salvador, pero como el proyecto se mostró inviable, el obispo Murilo y el cardenal Geraldo Majella Agnelo le pidieron al papa que el dinero fuera destinado al Centro Nova Semente.

«Es una obra que necesita recursos, y le habíamos pedido en su momento apoyo a Benedicto XVI, pero con su renuncia tuvimos que esperar. La primera respuesta que obtuvimos del Vaticano fue que el nuevo santo padre sería informado. Luego recibimos la confirmación de que el papa Francisco estuvo de acuerdo», dijo el arzobispo.

El centro Nova Semente tiene una casa donde actualmente viven 30 niños y adolescentes, hijos de los hombres y mujeres que están encarcelados, y ahora podrá tener un hogar para bebés y niños hasta los 3 años y una sala polivalente. «La asistencia financiera del Vaticano permitirá la expansión del espacio. En la actualidad, nuestras dificultades aquí son muchas y pasan por la salud, la cultura y la educación», indicó la responsable de la obra, la hermana Adele Pezzone.

El arzobispo Murilo indicó que la donación es un gesto de afecto Francisco. «Cuando una madre está encarcelada, sólo puede quedarse con los niños durante el período de lactancia. Este centro permite la cercanía entre las madres y los niños gracias a las visitas frecuentes».

El Centro Nova Semente fue fundado en 1999 después de un fallo judicial que dejaba a los niños con más de 6 meses, el período de lactancia, fuera de la cárcel de mujeres. Preocupados por la situación de los pequeños que no tenían adonde ir, la Pastoral Penitenciaria organizó este proyecto.

«Esto no es una casa para niños huérfanos, ellos no están a disposición para ser adoptados, sino que esperan que sus madres cumplan las sentencias y puedan mantener vínculos afectivos con ellos.

Cuando las madres regresan libres, los niños son devueltos a sus hogares. Esto ocurre de manera gradual y nosotros le vamos acompañando. No es fácil para un niño que llegó al Centro con seis meses de edad a vivir con su madre a los 12 o 13 años», concuyó la hermana Adele.

(RED /HSM)

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ZENIT Staff

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